Salpicado por el escándalo de los Panama Papers, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, vive días complicados, aunque contó con el respaldo del Parlamento para ratificar el acuerdo con los fondos buitre.
De hecho, este lunes tiene lugar el primer paro nacional docente.
El Senado le dio el visto bueno a un proyecto que endeuda al país en una suma cercana a los 12 mil 500 millones de dólares, y su ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, sale ahora en gira para buscar los bancos y grupos financieros que comprarán los nuevos bonos de deuda.
La medida fue acompañada por la mayoría de los legisladores opositores, lo que se interpretó desde el Ejecutivo como un triunfo político, quizá el más importante en sus primeros 100 días de gestión.
Sin embargo, los hechos y las decisiones gubernamentales que se dieron en paralelo, empañaron una semana que debía terminar en festejo para Mauricio Macri.
Las cinco centrales obreras -las tres CGT y las dos CTA- se reunieron con un grupo de 40 diputados para exigir el tratamiento y debate de una ley que prohíba por seis meses el despido sin causa, y en caso de producirse, se contemple la doble indemnización para el trabajador.
Las cesantías y los despidos, tanto en las reparticiones estatales como en el sector privado, llevaron a incrementar el número de reclamos y protestas. Fueron tomados varios ministerios nacionales y se cortaron calles.
La amenaza de una huelga nacional, impulsada por todos los sectores gremiales, es una medida que podría realizarse el próximo 29 de abril, y se descuenta que, de llevarse a cabo, será un hecho de gran impacto político.
Pero los dolores de cabeza para Macri no terminaron ahí. Los violentos aumentos de precios en el transporte, los combustibles y varios servicios como el gas y el agua -que se suman al de electricidad- acentuaron el malestar de buena parte de la población. Incluso pudieron escucharse críticas de varios aliados al Gobierno nacional, como es el caso de la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien no sólo cuestionó los salvajes aumentos, sino que denunció a Daniel Angelici, presidente del club Boca Juniors y hombre de máxima confianza de Mauricio Macri, de hacer lobby y presionar a los jueces para condicionar el avance de la investigación en determinadas causas.
Según las últimas mediciones del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, en sólo tres meses del nuevo Gobierno, el país tiene 1,4 millones de pobres más.
El furioso ajuste impulsado por Macri, transfiriendo recursos e ingresos a los sectores concentrados de la economía, generó que el 34,5 por ciento de los argentinos hoy vivan en condiciones de pobreza y 6,5 en la indigencia.
Números que muestran las consecuencias que traen aparejadas las políticas neoliberales de la actual gestión.
Sólo la solidaridad del pueblo argentino, en la pelea por sus derechos, podrá evitar que estas trágicas cifras crezcan.
Por Por Gastón Fiorda**El autor es periodista argentino, colaborador de Prensa Latina.
Buenos Aires, 4 de abril 2016
Crónica Digital / PL
