Los gremios de los pescadores de Chomchi, Castro, Dalcahue, Queilén, Quinchao, Curaco de Vélez y Puqueldón llegaron a acuerdos con el Gobierno y la vida recobra hoy la normalidad en esa zona del sur de Chile.
Pero en Isla Grande de Chiloé (archipiélago), mil 200 kilómetros al sur de Santiago, persiste el conflicto dentro de algunos de los sectores, que siguen sin alcanzar un acuerdo con el Gobierno y radicalizaban su postura.
Todo a partir de la crisis ambiental que enfrentan como consecuencia de la marea roja y tras 13 días de bloqueos absolutos de los accesos al enclave.
Las comunidades se esforzaban en volver a la normalidad entre domingo y lunes, con el ingreso de dos barcos con suministros básicos y combustibles y los estudiantes que retomarán las clases este lunes.
Sin embargo, persisten divergencias entre el Gobierno y las comunes de Quellón, Quemchi y Ancud, el punto estratégico que une a la isla con el continente y cuyos habitantes mantienen las vías cortadas.
Básicamente, los desacuerdos son por el bono propuesto por el gobierno de 750 mil pesos (unos 1.150 dólares), que la administración de Michelle Bachelet comenzó a pagar en cuatro plazos, además de garantías para proteger la pesca.
Asimismo, los pescadores sostienen que el fenómeno de marea roja se ha visto intensificado por el vertimiento de toneladas de salmones contaminados al mar y acusan a esa industria de malas prácticas.
La presidenta Bachelet nombró al ministro de Economia, Luis Felipe Céspedes, coordinador para atender el conflicto en el archipiélago de Chiloé provocado por la marea roja.
Esta es una figura que permite a un ministro Coordinador liderar las tareas que corresponden llevar a cabo para enfrentar el fenómeno de la marea roja en los ámbitos social, laboral, productivo y económico, explicó.
Céspedes, que es titular de Economía, Fomento y Turismo, era ya el responsable de negociar con los trabajadores de Chiloé.
«He optado en esta contingencia por esta figura particular porque es constitucional para dotar de mayores atribuciones y facultades a quien he designado como ministro coordinador», remarcó la jefa de Estado.
También, Bachelet cumplió con la promesa de instalar una mesa de discusión científica para estudiar causas y efectos de la marea roja, origen de una crisis en la Isla Grande de Chiloé y regiones contiguas.
La medida, establecida con cinco expertos que investigarán el problema, da respuesta a exigencias del sector y de grupos ambientalistas.
Altas concentraciones de toxinas paralizantes detectadas en los invertebrados recomendaron la proscripción de la pesca en el área.
Las microalgas son el alimento de varias especies marinas como los moluscos, que al ser consumidos por éstos pueden provocar problemas de salud.
Son el comienzo de la cadena alimenticia marina, absorbidas por moluscos que filtran el agua. Este aumento exagerado es nocivo y muy peligroso para el consumo.
Santiago de Chile, 16 de mayo 2016
Crónica Digital / PL
