El presidente de Bolivia, Evo Morales, saludó hoy el retroceso de Chile de instalar una base militar cerca de la frontera común y dijo esperar que este sea un mensaje de que «no estamos en tiempo de confrontación».
«Oportuna denuncia sobre la base de Cariquima hizo retroceder a Chile. Es hora de hermanar la frontera», escribió Morales en su cuenta de Twitter.
El mandatario juramentó esta mañana a René Martínez como secretario general de la Dirección de Defensa de los manantiales del Silala y de todos los recursos hídricos ubicados en la línea de demarcación con el vecino país.
En su discurso, el jefe de Estado recordó que las informaciones sobre la instalación de la base de Cariquima y su equipamiento con alta tecnología provinieron de medios de comunicación y fuentes militares chilenas.
«No es que Bolivia acusara a Chile de instalar la base militar en la frontera con Perú y Bolivia. Hemos acudido a sus informaciones», dijo.
Evo citó al comandante de la región fronteriza, Pablo Jara, quien indicó que la base de patrulla instalada en el altiplano chileno tenía la finalidad de marcar presencia militar en zonas aisladas.
Recordó que hace dos semanas el ministro de Defensa de Chile, José Antonio Gómez, confirmó el refuerzo de la seguridad nacional en algunos puntos fronterizos, entre ellos la base de Cariquima, cuyos soldados estrenaron nuevos trajes de combate y equipamiento con dispositivos de alta seguridad y protección.
Asimismo, dijo, se dio a conocer que el ejército chileno pondría en dicho enclave un sistema de defensa tierra aire de corto alcance para dispersar misiles.
Morales afirmó que ante esa situación, la Cancillería de Estado pretendía demandar a Chile en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para evitar cualquier conflicto bélico, sin embargo, saludó el retroceso de ese país para instalar una base de esas características.
«De verdad saludo, espero que este retroceso de las autoridades chilenas sea el mensaje de la Presidenta (Michelle) Bachelet, de que no estamos en tiempos de confrontación», manifestó.
Ambos países enfrentan un conflicto marítimo desde que en 1879 una invasión chilena le arrebató a Bolivia 400 kilómetros de litoral y 120 mil kilómetros cuadrados de territorios ricos en minerales, un litigio que el gobierno de Morales llevó a La Haya.
Recientemente, el mandatario anunció también su decisión de presentar ante la Corte Internacional de Justicia el diferendo por el uso irracional y arbitrario por parte de Chile de las aguas de los manantiales del Silala, que nacen en el departamento de Potosí.
La Paz, 16 de mayo 2016
Crónica Digital / PL