El fenómeno de la resistencia de peligrosos microorganismos a los antibióticos y otros fármacos amenaza de manera seria el objetivo de Naciones Unidas de promover una vida saludable para las personas, advirtió aquí un alto funcionario.
En declaraciones a Prensa Latina, el director general asistente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Keiji Fukuda precisó que desde hace años, la entidad especializada aboga por atender los riesgos de la inefectividad de antimicrobianos diseñados para combatir bacterias, virus, hongos y parásitos causantes de enfermedades.
La amenaza queda al desnudo al considerar los 480 mil casos de tuberculosis multirresistente reportados en un centenar de países en 2013, los informes de resistencia del Plasmodium -parásito causante de la malaria- al tratamiento basado en artemisinina en naciones asiáticas bañadas por el río Mekong y el aumento gradual a partir de 2012 de la inefectividad de productos contra el VIH.
Expertos vaticinan que para 2050, los problemas vinculados a la resistencia de los patógenos pudiera cobrar la vida de hasta 10 millones de personas.
«Definitivamente, si no actuamos será muy difícil traducir en resultados las metas de salud recogidas en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible», señaló Fukuda, quien en la OMS tiene la responsabilidad del tema de la resistencia antimicrobiana.
El año pasado, los jefes de Estado y de Gobierno adoptaron una ambiciosa plataforma de progreso humano, que entre sus 17 objetivos tiene garantizar una vida saludable a todas las personas y promover su bienestar.
Urgen respuestas multisectoriales, porque el fenómeno implica también la financiación, la agricultura, los asuntos exteriores y otros, por tanto debe existir una voluntad política gubernamental de hacer que diversas áreas trabajen juntas en planes nacionales, dijo el médico japonés.
De acuerdo con Fukuda, el impacto de la inefectividad de los antimicrobianos será particularmente severo en sectores vulnerables, como los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos, y en los países con menos recursos.
Vemos un peligro potencial de más muertes de seres humanos y de muchas mayores dificultades a la hora de combatir las infecciones, a partir de la imposibilidad de neutralizar a los microorganismos con antibióticos que antes eran efectivos, subrayó.
Funcionarios, expertos y representantes de la sociedad civil participaron el lunes en un evento convocado por la ONU, en el contexto de la iniciativa del secretario general Ban Ki-moon Cada Mujer Cada Niño, dirigido a analizar el fenómeno y sus posibles respuestas.
Según Fukuda, la amenaza trasciende el priorizado asunto de la salud humana, para afectar además a los animales, «que también necesitan antibióticos cuando enferman».
Estamos ante un reto complejo, con incidencia además en la producción de alimentos y el medio ambiente, sin olvidar que el crecimiento del problema de la resistencia antimicrobiana dispararía los gastos en tratamientos, comentó.
El director general asistente destacó la aprobación el año pasado por la OMS de una hoja de ruta para lidiar con el fenómeno, que incluye respuestas multisectoriales y acciones tan diversas como la información al público, la vigilancia, el uso apropiado de los fármacos y la producción de nuevos antibióticos.
«Pero todo esto requiere voluntad política y compromiso de los gobiernos», afirmó.
También en declaraciones a Prensa Latina, el ministro de Salud Pública y Deportes de Suecia, Gabriel Wikstrom, insistió en la urgencia de atender a tiempo el desafío de la resistencia antimicrobiana.
Debemos movilizar a la comunidad internacional, y pasar las discusiones del nivel de expertos a los presidentes y primeros ministros, porque estamos ante un problema que pudiera cambiar al mundo, opinó.
Wikstrom precisó que solo si se brinda una atención priorizada, el mundo podrá encarar los riesgos de la inefectividad de los antibióticos.
Por Waldo Mendiluza
Naciones Unidas, 7 de junio 2016
Crónica Digital / PL