Oiga si no van a la marcha mejor que no se suban, era una advertencia pero con la cara llena de risa, el metro estaba repleto, pero nos hicieron un espacio, apretados se cerraron las puertas y la niña al lado mío con una sonrisa cómplice me dice, ya somos más que en la anterior, también me vine en metro, pero no estaba tan apretada, y somos más gracias a la venida de Piñera, dice un joven muy peinadito, putas que nos ayudó el weón afirmó, otra estación y la misma advertencia, si no van a la marcha mejor no suban, nadie le creyó el cuento del Mercedes sentenció un tercero, había alegría en el vagón, nadie se conocía pero iban al mismo encuentro.
De pronto todos giran hacia la puerta, se venía Baquedano, comienza la salida rápida, uno a uno vamos dejando el Metro, bajan uno tras otro, miro antes que cierre y el vagón estaba prácticamente vacío, fuera del carro la sorpresa era mayor, se escuchaban los primeros gritos, que todos comenzaban a corear, para eso salieron un domingo a decir que ya no las querían, ¡¡ No más AFP !! ¡¡No más AFP !!, el grito acompañado de palmas y de pitos, no sigan por allí se abrieron las puertas a este otro lado, dice la guardia del Metro, muy de uniforme pero con una gran sonrisa, nadie sabía hacia donde era la cosa, había que seguir a la enorme masa humana, entre risas y bromas se escuchaban nombres, eran familiares y amigos que no querían perderse de los suyos antes de comenzar la marcha.
Empezamos a subir la escalera y allí luminoso estaba grande el sol, pero bajo él y sobre la Plaza Baquedano, la Alameda, Vicuña Mackenna, Providencia, frente al teatro de la Chile, había miles, decenas de miles, vendían chapitas No + AFP, pitos, bubuzelas, pegatinas e incluso pequeñas banderas con el mismo eslogan, había que mostrarlo, había que gritarlo.
Ya era mucha la gente y se sumaban más, nadie dio el vamos, eran las once de la mañana y la marcha partió, había que dejar espacio a los que seguían llegando, familia completas, niños pequeños en sus coches, felices, había gritos, música de tambores y más encima caía challa, la misma de las fiestas, era una fiesta, fiesta de la esperanza, del fin de la paciencia, del despertar, la gente se da cuenta que el sistema no da para más, ¡¡ y cómo, y cómo, y cómo es la weá, hay plata p’a corruptos y no p’a jubilar!!.
Muchas banderas chilenas, la mayor parte eran las banderas con el texto No + afp , había de algunos partidos, eran la minoría, verdes, rojas y amarillas, eso era el semáforo dirán algunos, no eran banderas, las ví, camisetas también para todos los gustos, varias de Colo Colo, también de la Chile, los de la U estaban en patota, eran decenas gritando frente a la Casa Central, varias rojas de la selección, vi una del Barcelona, incluso dos de la Católica, iban en segundo lugar dirán mis amigos, estaban en distintos sitios, pero también en la marcha. ¡¡ Jubilación – por años de servicio – igual que los pacos – igual que los milicos !! gritos simpáticos pero con contenido, pidiendo igualdad. Ya no era solo la pista sur de la Alameda, era mucha la gente, rápidamente se cubrieron las dos pistas, también se completó la pista norte.
La tecnología al servicio de todos, de todos los que tenían celulares, eran decenas, cientos los reporteros ciudadanos que tomaban y se tomaban fotos, querían que se supiera que estaban allí, fotos para el recuerdo, para mostrar, para enviar sus familias, a sus viejos en el campo, yo estoy aquí estoy marchando por tu pensión.
Allí estaban los viejos, ellas las más ancianas también y eran muchos los carteles, Mafalda la llevaba, con su boca llena de un grito No + AFP, otros contaban sus propias miserias con sus años de trabajo y sin lagunas con apenas 336 lucas con 37 años de servicio de una enfermera, ¿es justo? se preguntaba, pero había música, mucha música, batucadas con muchas niñas, eso llamaba la atención mucha, mucha juventud, ellos tiene experiencia en marchas, no había encapuchados, había gorros y sombreros el sol pegaba fuerte, sombreros llenos de colores, de payasos, malabaristas, jóvenes con zancos, había cuecas, no podían faltar los guitarreros y sus panderos, hubo incluso parejas que se atrevieron a bailar una patita, ella con un pañuelo bien blanco, él con una bandera chilena para zapatear el baile nacional, era una gran fiesta, eran miles, había de todo la inmensidad de la gente colmaba la Alameda, ¡¡ Con la AFP estamos hasta el pico, queremos pensiones como las de los milicos !! gritaban unos jóvenes muertos de la risa … José Piñera se llevó todas las criticas, era cosa de leer las decenas de carteles, me voy a censurar, no repetiré los garabatos, los dejaré a su imaginación y quedarán cortos. Los reporteros gráficos buscaban las mejores ubicaciones, hacía mucho tiempo que no tenían esta oportunidad, la marcha era multitudinaria.
Entre tanta chapita, polera o banderita para la venta, el día en Santiago estaba hermoso y fue la bendición para los vendedores de agua, bebidas y jugos, ya más de dos horas caminando se acercaba la hora de almuerzo y aparecieron las empanadas vegetarianas, las pizzas al minuto en hornos de latas artesanales, los dulces que decían eran de La Ligua, las hamburguesas de lentejas y aquel joven que en medio de la calle repleta de gente, para estar en onda, gritaba, ¡¡ Alfajores al poder !! ¡¡ Alfajores al poder !! … En el paseo Ahumada había barreras, ahora todos a la pista sur de la Alameda, se compactó la marcha, la cosa era no pasar tan cerca de La Moneda, nadie gritó, nadie se escandalizó, total decía un señor, igual nos van a escuchar y otro le decía y si no nos escuchan nos verán esta noche por la tele. Vi cámaras , vi colegas y me dije ojalá esto se refleje en los informativos de la televisión, espero que ocurra, pero ante la duda me puse a escribir, no podía dejar pasar esta oportunidad maravillosa, eramos muchos, no hubo desmanes, fue una fiesta y las fiestas cuando son buenas hay que contarlas, fue una fiesta llena de dulzura ¡¡ Alfajores al poder !! ¡¡ Alfajores al poder !!
Por Mario Aguilera S.
Periodista
Santiago de Chile, 22 de agosto 2016
Crónica Digital
