El 11° congreso nacional de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile desarrollado los días 27 y 28 de enero, se constituye en uno de los principales congresos vividos por la multisindical. La amplia discusión sobre reforma estatutaria y plataforma de lucha, reafirman la voluntad que se ha expresado en este período por parte de las organizaciones miembros de la CUT respecto del desafío de restituir el rol activo de los trabajadores organizados en la Central, en el debate nacional.
En el marco de la discusión del congreso, no solo solidarizamos con las cientos de familias afectadas con los incendios, sino que seguiremos con atención y nos ocuparemos como Central de la protección del trabajo y de los derechos de aquellos que por estar combatiendo el fuego, han sido despedidos o tienen riesgo de serlo. Así también, con los trabajadores que han perdido su fuente de trabajo y que han sido afectados en sus derechos laborales.
De este congreso surgen importantes e históricos acuerdos y reformas, así como una contundente plataforma de acción para el período 2017 -2020. Comienza, a partir de este congreso, el proceso de autoreforma sindical, proceso de debate y reflexión que en su primera etapa nos convoca a adecuar nuestra orgánica y estructuras a los nuevos desafíos del mundo del trabajo. En un mundo donde el trabajo cambia de manera acelerada y donde la precarización del empleo y las funciones es la mayor amenaza a la que estamos enfrentados, es imprescindible que las organizaciones de trabajadores sean capaces de entender estos nuevos fenómenos y asumirlos como ejes de las estrategias de acción y organización.
Junto con ello, asumimos el proceso de autoreforma sindical como un llamado a actuar con más y mejores instrumentos que fortalezcan la democracia interna y la transparencia en la organización, en tiempos en que la sospecha sobre la integridad de las organizaciones y sus fines está siendo duramente cuestionado por la ciudadanía, es imperioso que las instituciones seamos capaces de asumir el desafío de enfrentar estos debates con acciones concretas. Hemos vivido un proceso electoral complejo que nos demanda más rigor, pero no hacemos reformas solo por ello, lo hacemos principalmente porque creemos que podemos aportar desde nuestra experiencia en un debate público sobre el rol de los actores sociales e instituciones.
Ante una sociedad que accede a más medios de información y capacidad para vigilar el actuar de los actores sociales y organizaciones, tenemos la responsabilidad principal de ser capaces de estar a la altura de estos nuevos requerimientos, pero también de ser críticos frente a quienes abusan del uso de estos medios de información para mentir y denigrar a cualquiera con tal evitar un debate de ideas y argumentos. Nos revelamos ante estas prácticas nocivas y nos proponemos desde nuestras herramientas ir al combate de quienes hacen uso de las mentiras para obtener algún rédito político. La transparencia y difusión por nuestros canales de los debates es una primera manera de combatir estas prácticas
Nos repensamos en nuestra orgánica, además, para enfrentar desde nuestras capacidades institucionales, los desafíos político sindicales que proyectamos para el período. Constituiremos nuevas secretarias y conformaremos los consejos ramales, no lo hacemos solo para avanzar en más y mejor unidad sindical, avanzando desde la lógica de muchos sindicatos con pocos afiliados a pocos sindicatos con muchos afiliados. Lo hacemos por sobre todo, para estar en mejores condiciones para enfrentar el debate y desafío por lograr un nuevo código del trabajo donde el derecho a la negociación ramal se cumpla. Avanzar en este anhelo sindical, nos demanda hoy más que nunca dar pasos concretos como movimiento sindical para hacer de esta demanda una realidad.
Nuestra reforma orgánica esta inevitablemente vinculada a nuestra plataforma de lucha. Queremos avanzar en cambios y transformaciones profundas para nuestro país, no queremos depender solo de la voluntad de los gobiernos y sus tensiones y disputas, creemos firmemente en el valor de la política y los partidos y organizaciones políticas, pero tenemos plena conciencia de que no será solo por la voluntad de estos actores que lograremos los cambios que se demandan.
Ha llegado el momento que el mundo sindical pase a la ofensiva en este terreno, pero lo hacemos desde una convicción profunda: que estos cambios y pasar a la ofensiva no debe ser una tarea solo nuestra. Nuestra plataforma se constituye en nuestra carta de navegación para el período que viene, lo hacemos poniendo como eje central la dignidad de los trabajadores y trabajadoras, avanzar en derechos sociales y laborales tiene como sentido principal construir mejor calidad de vida para nuestra gente, los trabajadores y trabajadoras, por eso no nos limitamos a un actuar corporativo, vamos un paso más allá.
Pero lo hacemos asumiendo que si queremos avanzar a paso veloz, solo podrá ser si nos proponemos ser un agente que articule con otros las demandas de mayoría. Construir poder social para transformar Chile no es solo una consigna, es un mandato para actuar y construir con todas y todos. La CUT es un instrumento de lucha para la clase trabajadora y hoy asumimos con plena conciencia ese desafío, nuestro 11° congreso ha sido claro en sus conclusiones: debemos cambiar para transformar y debemos construir poder social si queremos que las transformaciones se consoliden. La autoreforma sindical y nuestra plataforma de lucha son los ejes que ordenarán nuestras acciones durante este período.
Somos herederos de grandes y poderosas experiencias de organización y lucha, tenemos la responsabilidad histórica de contribuir desde estas experiencias en la construcción de un Chile más justo. Tenemos todas las capacidades para enfrentar este desafío, es tiempo de ponerlas al servicio de las grandes mayorías.
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES DE CHILE
Santiago de Chile, 1 de febrero 2017
Crónica Digital