El Ejército sirio avanzó 45 kilómetros en dirección a la norteña ciudad de Deir Ezzor en solo una jornada, durante la cual liberó cinco poblados que ocupaban elementos terroristas, comunicaron hoy fuentes oficiales.
Aún a unos 60 kilómetros de Deir Ezzor, las tropas gubernamentales apoyados por la aviación rusa y otros aliados prosiguen la gran ofensiva relámpago para exterminar a los extremistas del Estado Islámico.
Pese a la resistencia de los terroristas, mandos militares confirmaron que esperan llegar a Deir Ezzor en pocos días para liberar a esa demarcación, asediada por el Daesh desde hace tres años.
Según un parte militar, las fuerzas castrenses sirias obtuvieron recientemente un rotundo éxito al dejar libre de radicales a unos dos mil kilómetros en el campo este de la central provincia de Homs.
También cosecharon un importante éxito, en colaboración con la resistencia libanesa Hizbulah en la zona de Qara, en Qalomun Occidental, perteneciente a Damasco campo, al expulsar a grupos del Daesh de esa área, la cual quedó completamente libre de extremistas.
Damasco, 29 de agosto 2017
Crónica Digital /PL
Mar Ago 29 , 2017
La angustiosa preocupación de algunos candidatos presidenciales por obtener donaciones y préstamos para encarar sus gastos de campaña lo que nos demuestra es la enorme importancia que continúa teniendo el dinero en la política, al mismo tiempo que la enorme desigualdad existente entre los mismos aspirantes a La Moneda, cuanto en los miles de candidatos al Parlamento y consejos regionales. Las normas de financiamiento electoral aprobadas con los mismos votos de algunos actuales candidatos se demuestra sorpresiva e discriminatoria para algunos, tal como ocurre con otras legislaciones dictadas a todo vapor para hacerle frente, en este caso, a los actos de corrupción que destaparan la influencia que obtenían las empresas y otras entidades donantes por haber financiado las contiendas electorales de políticos del más amplio espectro. La decisión del Banco del Estado y otras entidades financieras de abstenerse de hacer préstamos o contribuciones a quienes postulan a cargos públicos parece del todo razonable y entraña, queremos creer, la intención de estas entidades de no verse envueltas posteriormente en acusaciones que puedan derivarse de la conducta que demuestren más adelante los gobernantes, legisladores, alcaldes y otros receptores de sus aportes. Sin embargo, esta decisión favorece, en general, a aquellos candidatos que tienen peculio propio o cuentan con donantes solventes para enfrentar sus gastos, aunque ya sabemos que será finalmente del propio erario nacional, o del llamado “bolsillo de todos los chilenos”, donde saldrán los recursos para saldar las deudas de los postulantes, en cifras que dependen del número de votos de obtengan. Por ello es que las altas abstenciones ciudadanas pueden llegar a disminuir mucho las expectativas de los competidores políticos en esta materia. No hay duda que el gran privilegio de que gozan los políticos no se compadece con las dificultades, cargas tributarias y falta de estímulos financieros de quienes dedican su vida a otras actividades muchas veces de auténtico servicio público que el que suelen cumplir los gobernantes y parlamentarios. Las dietas o sueldos que enseguida empezarán a recibir los que resulten electos es otro enorme incentivo que nuestro país da al ejercicio de la política, aunque ésta esta actividad esté tan menoscabada en la opinión pública. Por ello es que profesionales recién egresados de las universidades ven con tanto escozor, por ejemplo, cómo algunos ex compañeros de estudios, una vez incorporados al Parlamento, o al gobierno en asesorías o cargos de confianza, pueden llegar a triplicar o cuadruplicar sus primeros ingresos. Este fin de semana, una serie de candidatos del Frente Amplio, con un natural pudor, prometieron que abogarían por reducirse sus dietas a la mitad si resultaban elegidos. Sin embargo, ya antes hemos escuchado promesas en tal sentido que nunca después se consumaron. En el pasado republicano chileno lo cierto es que en la política descollaban los que tenían dinero y propiedades, pero no eran pocos los casos de que muchos de éstos no cobraban por su desempeño o llegaban muchas veces a perderlo todo por el honor de conseguir un escaño parlamentario o un cargo de […]