A la necesidad de mirar al futuro, como verdadero sentido de la inminente cita con las urnas, se refirió en su mensaje de fin de año el presidente de la república, Sergio Mattarella, quien advirtió sobre la necesidad de realizar propuestas adecuadas, realistas y concretas, a la altura de los problemas del país.
En el mismo sentido se pronunció posteriormente el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, cardenal Gualterio Bassetti, quien invitó a la sobriedad en la palabra y el comportamiento, para no olvidar ‘cuan inmoral es lanzar promesas que se sabe no podrán ser cumplidas’.
Decenas de partidos y movimientos inscribieron candidatos, pero sólo cuatro de ellos cuentan con posibilidades reales de superar el límite mínimo del tres por ciento de la votación total, exigido por la ley electoral para tener representación en el parlamento.
En primer lugar aparece la coalición de centro-derecha integrada por Fuerza Italia, la Liga, Hermanos de Italia y Nosotros con Italia, a la cual los sondeos le adjudican alrededor del 37 por ciento de la intención de voto.
A continuación aparece otra de centro-izquierda liderada por el gobernante Partido Democrático, acompañado por las listas de Juntos, Cívica Popular y Más Europa, con poco menos del 30 por ciento, igual que el Movimiento 5 Estrellas y Libres e Iguales, organización ubicada un poco más a la izquierda del PD, con entre el 6,0 y el 7,0.
Aunque los cuatro presentaron propuestas con implicaciones económicas en sus respectivos programas electorales, dos de las más sugerentes y de mayor impacto, aunque también más distantes de la realidad, corresponden a la coalición de centro-derecha armada por el ex primer ministro, Silvio Berlusconi.
IMPUESTO PLANO O FLAT TAX
La primera de ellas es la reforma del sistema tributario con la introducción de una tasa impositiva única, el denominado impuesto plano o flat tax, tanto para personas naturales como jurídicas, con disposiciones para deducciones o exención total de impuestos a personas de bajos ingresos.
Para el ex primer ministro y actual secretario del PD, Matteo Renzi, la iniciativa es ‘una propuesta injusta y sin cobertura’, en tanto el ministro de Economía y Finanzas, Pier Carlo Padoan, la consideró ‘el típico producto de varita mágica’ porque son propuestas ‘milagrosas y a menudo divertido escucharlas’.
El funcionario señaló que con la aplicación de esa medida parece producirse una simplificación y la reducción de los impuestos, pero sin una cobertura para compensar la drástica reducción en la recaudación tributaria.
Según análisis de Gianni Trovati, publicado por el diario IlSole 24 Ore, los 40,8 millones de italianos contribuyentes al Impuesto sobre los ingresos de las personas físicas (Irpef), declaran 833 mil millones de euros en entradas totales, las cuales descienden a 790 mil después de las deducciones.
Ese monto, indica la fuente, produce un impuesto neto de 155 mil millones de euros, de ahí que si la tasa impositiva aplicada fuese de 23 por ciento, como propone Berlusconi, el ejercicio costaría 40 mil millones anuales y si bajase al 20 por ciento, la brecha aumentaría a 63 mil millones.
LEY FORNERO
La segunda es la revisión del sistema de pensiones mediante la abolición o modificación de la llamada Ley Fornero, aprobada en 2012 con el objetivo de estabilizar el gasto público ante el crecimiento insostenible de la deuda, la cual en aquel momento ascendía a 123,30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Con la aprobación de la ley se proyectó un ahorro de 80 mil millones de euros entre ese año y 2021, a pesar de lo cual el endeudamiento siguió creciendo hasta situarse hoy en alrededor del 133 por ciento del PIB.
La norma conocida con el nombre de su promotora, la entonces ministra del Trabajo, Elsa Fornero, estableció el incremento de la edad de jubilación, la aplicación del sistema de cálculo contributivo y la adecuación de los requisitos para la pensión a la esperanza de vida, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadísticas.
La eliminación de ese estatuto es una de las banderas de la Liga y Hermanos de Italia, aspecto que aparece en el programa común de la coalición como revisión del ‘sistema de pensiones para eliminarle los efectos negativos de la Ley Fornero’.
Sin embargo, en una entrevista publicada por el IlSole 24 Ore, Berlusconi expresó que la reducción del mínimo de 67 años fijado actualmente para las pensiones, se podrá revisar en un hipotético gobierno de centro-derecha ‘sólo en algunos casos identificados con equidad y por un tiempo limitado’.
En igual sentido, Antonio Tajani, actual presidente del Parlamento Europeo y una de las principales figuras de Fuerza Italia, añadió que ‘será corregida, pero nadie quiere hacerlo sin la debida cobertura’.
La cautela de Berlusconi irritó al líder de la Liga, Matteo Salvini, quien respondió que el programa de la coalición fue suscrito por todos sus integrantes y advirtió al magnate ex jefe de gobierno que de pactos claros depende la amistad duradera.
Al margen de la decisión que adopte un posible gobierno de la coalición de centro-derecha, la abolición de la legislación fue considerada ‘un gravísimo error’ por el ministro de Economía y Finanzas, Pier Carlo Padoan, quien la calificó como ‘uno de los pilares del sistema de pensiones italiano y de la sostenibilidad financiera del país’.
Abolir la Ley Fornero significaría un egreso adicional para el Estado de 20 mil millones de euros anuales en el próximo quinquenio, según otro análisis de IlSole 24 Ore, el cual recuerda que los pagos a jubilados ascenderán a 15,3 por ciento del PIB en 2020, a 16 en 2025 y 18,4 en 2040.
Cualquier movimiento respecto al sistema de pensiones deberá tener en cuenta esas cifras y además que el progresivo envejecimiento de la población italiana conllevará a que el número de pensionados entre 2040 y 2045 sea casi igual al de trabajadores activos.
Por lo tanto, subraya la publicación, aunque la campaña electoral durará unas semanas, cuando se trata de las pensiones es necesario calcular el impacto financiero en los próximos 30, 50 y 70 años.
Por Frank González * Corresponsal de PL en italia.
Roma, 31 de enero 2018
Crónica Digital /PROM