La publicación estima que la ansiada mejora de las relaciones entre ambas partes coreanas, no es un asunto que se pueda solucionar bajo la autorización de terceros, en alusión al protagonismo que Estados Unidos insiste en tener en ese tema.
Recuorda que la historia demuestra que cuando la solución a los problemas de las relaciones entre la RPDC y Corea del Sur dependieron de fuerzas extranjeras, solo se llegó a dependencia y la subyugación.
Argumenta que por el motivo aludido, entre otros, no deben permitirse nunca las imprudencias que frenen la ejecución del texto rubricado a fines de abril anterior.
Al mismo tiempo, elogia los resultados de las dos rondas de conversaciones de alto nivel e intersectoriales entre delegaciones de Pyongyang y Seúl, acciones que -afirma- demostraron la posición y esfuerzos invariables del Partido del Trabajo de Corea y del gobierno de la RPDC de avanzar en las rutas de la paz, prosperidad y reunificación de la península de Corea.
Hace pocos días se anunció aquí la visita a esta capital en septiembre del mandatario surcoreano, Moon Jae-in, en respuesta a una invitación del líder coreano Kim Jong-un.
El hecho es interpretado aquí como otra evidente demostración de la voluntad norcoreana de llegar a la reconciliación en la península, de acuerdo con la letra de la Declaración de Panmunjom.
Pyongyang, 21 de agosto 2018
Crónica Digital /PL