Con 13 medallas de oro, 19 de plata y 18 de bronce, Chile marcó en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 su mejor actuación en la historia de las citas continentales.
La prensa chilena no ha escatimado calificativos –histórico, excepcional, inolvidable– para el desempeño de su delegación, que con 316 atletas también resultó la más numerosa en los anales de las competencias del área.
Los karatekas Joaquín González, Susana Li y Camilo Velozo aportaron en la última hornada un oro y dos platas para cerrar el medallero nacional, y superar ampliamente los resultados de Toronto 2015 cuando en total se alcanzaron cinco medallas de oro, seis de plata y 18 de bronce.
Hace cuatro años, en la ciudad canadiense el país austral terminó en el puesto 11, pero ahora sus aspiraciones eran ir a más y para ello uno de los factores a su favor fue sin dudas la presencia en Lima de su numerosa delegación.
Para Lima el propósito del Comité Olímpico Chileno (COCh) era alcanzar el noveno puesto, al que según las sumas y restas podría llegarse con ocho medallas de oro, pero también en esto se sobrepasó el pronóstico al ubicarse en el octavo lugar.
Para la dirigencia deportiva chilena las principales esperanzas están puestas en los nombres de María Fernanda Valdés, Tomás González, Nicolás Jarry, Felipe Miranda y Bárbara Riveros, y aunque esta fue la única que no logró presea, otras figuras jóvenes y prácticamente desconocidas sorprendieron al país desde lo más alto del podio.
Para muchos en el país la mesa está servida para repetir una destacada actuación en Santiago 2023, sede de los próximos Juegos Panamericanos.
Pero atletas, comentaristas deportivos y especialistas insisten en que ello dependerá, y mucho, del apoyo que reciban los atletas para su preparación y desarrollo hasta ese entonces.
Santiago, 11 de agosto 2019.
Crónica Digital / Prensa Latina.