El creciente número de casos obliga al Gobierno a endurecer con mayor rigor el plan de control y prevención puesto en marcha, pues solo la región autónoma del Tíbet sigue libre de infestados.
Dicha zona este lunes suspendió el turismo y advirtió que pondrá bajo observación médica durante 14 días a quienes lleguen a su territorio.
En tanto, el Ministerio de Educación pospuso el comienzo del semestre en el país completo y urgió a los estudiantes que volvieron a sus lugares natales a mantenerse allí hasta que se autorice el regreso a las instituciones docentes.
También orientó a las escuelas a preparar planes de contingencia, dar seguimiento a la salud de profesores y alumnos y mejorar las condiciones sanitarias.
Junto a los esfuerzos del Estado para enfrentar la actual situación epidemiológica, empresas privadas donan fondos, equipos y suministros que ayuden en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Muchas fábricas interrumpieron las vacaciones de Año Nuevo Lunar y reanudaron la producción a máxima capacidad de materiales necesarios como nasobucos, guantes y trajes protectores.
El Gobierno aseguró que la situación está en un punto crítico por el fortalecimiento del coronavirus 2019-nCov, su habilidad de mutar y la incógnita alrededor de su origen exacto, el cual podría estar en algún animal salvaje.
Ahora las autoridades están tras la pista de más de cinco millones de personas que salieron de Wuhan antes de la cuarentena, con la preocupación de que pueden ser posibles portadores del patógeno.
El alcalde de la urbe, Zhou Xianwang, informó el domingo que algunos de esos individuos viajaron por vacaciones de Año Nuevo Lunar y otros huyendo de la epidemia.
De hecho, muchos del segundo grupo abandonaron la capital de Hubei y se dirigieron hacia metrópolis vecinas poco después de anunciarse el miércoles pasado el cierre de sus fronteras.
Beijing, 28 enero 2020
Crónica Digital/PL