Frost aseveró además que Londres tampoco aceptará las condiciones propuestas por la UE para las competencias legales ‘ni las cláusulas que le otorguen el control sobre nuestra moneda o sobre la forma en que podemos organizar las cosas aquí en el Reino Unido’.
‘Eso es lo que significa ser un país independiente, que fue por lo que votó el pueblo británico (en el referendo del Brexit de junio de 2016), y eso es lo que sucederá a fines de año, pase lo que pase’, remarcó el funcionario.
Frost tiene previsto reunirse con su contraparte europea, Michel Barnier, el martes próximo en esta capital, para iniciar la octava ronda de negociaciones sobre los términos que regirán el comercio bilateral una vez se concrete la salida definitiva del Reino Unido de la UE el 31 de diciembre próximo.
Las pláticas se encuentran estancadas por la negativa británica a aceptar las exigencias del bloque en temas como las cuotas pesqueras, la ayuda estatal al sector privado y las regulaciones para evitar la competencia desleal.
El negociador europeo acusa, por su parte, al Reino Unido de no comprometerse de forma constructiva en las negociaciones.
De terminar el año sin lograr un acuerdo, ambas partes tendrán que comerciar bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio, lo que implicaría la imposición de tarifas y aranceles, además de controles aduaneros rigurosos para las mercancías que crucen el canal de La Mancha.
Londres, 6 septiembre 2020
Crónica Digital/PL