En medio de la crisis de la COVID–19, la cifra de los sin techo se disparó en Chile, donde en 2020 más de 81.643 familias se encontraban en esa situación. Ello representa un aumento del 73,52% en el número de familias, en comparación con 2019, que malviven en 969 campamentos, en barrios de casitas de cartón y zinc, carentes de todos los servicios básicos.
Es la cifra más alta desde 1996, consignó el Catastro Nacional de Campamentos, elaborado por la Fundación Techo Chile.
Ya quedó atrás el triunfalismo con el que Cristián Monckeberg asumió como Ministro de Vivienda en marzo de 2018, al inicio del Gobierno de Sebastián Piñera, cuando manifestó en reiteradas ocasiones que venía a entregar “hogares y no carpetas”. Luego de breves pasos como Ministro de Desarrollo Social y Secretario General de la Presidencia, ahora se postula a la Convención Constitucional por Renovación Nacional.
Si los números de Techo se comparan al catastro presentado por la cartera de Vivienda y Urbanismo en 2019, el aumento es de un 20,32 en el número de campamentos.
En cuanto al acceso a servicios básicos y a soluciones sanitarias en los campamentos del país, la investigación mostró que sólo un 6,72% pueden acceder al agua de manera formal.
Los mayores incrementos se observan en las regiones de Arica y Parinacota, con aumento de 243,25% en la cantidad de familias; Metropolitana, con un incremento del 224,55% en cantidad de familias y un 53,33% en la cantidad de campamentos; La Araucanía, con un aumento del 315,38% en cantidad de familias y un 128,57% en el número de campamentos; y Valparaíso, que es la región de Chile con el mayor número de familias.
Aunque el número de personas que habitan en los campamentos no ha cesado de crecer, la pandemia generó un alza sin precedentes, a causa de los problemas económicos que han debido enfrentar millones de chilenos que perdieron sus empleos o vieron mermados sus ingresos durante 2020.
Pía Palacios, directora del centro de estudios de Techo Chile, declaró al diario “La Tercera” que el 50 por ciento de las familias que llegaron a vivir a campamentos declararon que perdieron sus trabajos, sus ingresos bajaron o les subieron el precio de los alquileres de una manera insostenible.
“Lo que está planteando Techo es una realidad”, dijo el Ministro de Vivienda, Felipe Ward (UDI). Reconoció en “La Tercera” que “hay un aumento muy doloroso en asentamientos precarios en Chile”. Por ello, propuso “una nueva política habitacional que sea capaz de entregar soluciones en mucho menos tiempo y mejores soluciones, con mejores superficies y viviendas emplazadas en los mejores suelos del país”, agregó.
Es poco probable que esa promesa, que no ha estado presente en las orientaciones de la política habitacional del Gobierno de Piñera, puede ahora cumplirse cuando falta menos de un año para el término de la actual Administración de la derecha.
Santiago, 26 de marzo 2021.
Crónica Digital.