El alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz, decretó duelo comunal por el fallecimiento de nuestra vecina María Luisa Toledo, como símbolo de tristeza, reconocimiento y memoria a quien fuera una luchadora incansable por los derechos humanos y la justicia contra los crímenes realizados por la dictadura militar.
En este sentido, el alcalde Muñoz señaló que “nuestras banderas flamearán a media asta como una señal de homenaje y de condolencias a sus familiares, pero también de tristeza. Estación Central y sus vecinos y vecinas, reconocen el legado imborrable de quien hasta sus últimos días luchó por la reparación, la memoria y la justicia en nuestro país.”
Santiago de Chile, 6 de julio 2021
Crónica Digital
Mié Jul 7 , 2021
No hay plazo que no se cumpla, y como para comprobar esta regla inexorable llegó el día en el que los miembros electos de la Convención Constitucional han hecho el juramento para tomar posesión de sus cargos, instalando formalmente el nuevo órgano que deberá redactar la Carta Fundamental. Finalmente está ocurriendo aquello que anhelamos desde la restitución del sistema democrático, sino antes. Durante el domingo, la crisis sanitaria pasó a un tercer plano, las amarguras originadas por la crisis económica y social fueron momentáneamente olvidadas y toda la atención se volcó al puntapié inicial del trabajo de la Convención. Estamos en tierra derecha. Algunas observaciones respecto de los aspectos materiales y simbólicos que deberíamos considerar de la organización del evento. En cuanto a las instalaciones que acogieron a los miembros de la convención, se notó una sobriedad franciscana, muy cercana a la pobreza si lo comparamos con los ostentosos despliegues de la actividad parlamentaria y presidencial. Esto seguramente responde a la intención del Ejecutivo de contener las expectativas sobre las definiciones financieras para el funcionamiento de la Convención, aún pendientes. También fue notoria la persistencia del gobierno en el despliegue de los aparatos de seguridad pública, donde se priorizó la contención agresiva de manifestantes, pero se dejó expuesto el sitio del evento y a los participantes, con lo que aumentó el riesgo de incidentes graves que pudieran impedir el desarrollo exitoso del evento. Es malo desconfiar de entrada, dicen, pero había muchas otras formas de organización para asegurar la tranquilidad que se requería para cumplir el objetivo. El silencio también comunica, sobre todo el de Sebastián Piñera, pues su pulsión de figurar al centro de los acontecimientos es bien conocida. Aunque era muy poco recomendable que emitiera un mensaje al pueblo chileno con motivo de la primera sesión del órgano constituyente, de haberlo hecho no hubiese sorprendido a nadie. Si alguien lo echó de menos, puede imaginarlo espiando tras un árbol en actitud furtiva, provisto de un bigote falso y anteojos. Por último, llamó la atención el modelo elegido para realizar la votación, poco eficiente, pues cada miembro debía caminar por una pasarela y depositar su voto, generando un peculiar desfile de modas, clases y etnias, dando cuenta con ello de una distribución demográfica de las representaciones nunca antes vista en la política nacional. Aquellos que notaron eso y sintieron satisfacción o alegría, lo hicieron más que justificadamente. De lo acontecido en la esfera de lo político, lo técnico y lo programático, podemos sacar algunas conclusiones, levantar pequeñas hipótesis y plantearnos varias dudas. Vimos a una izquierda representada por nuevos rostros, muchos de los cuales pasaron directamente desde las protestas callejeras a la Convención Constituyente. Empoderada y consciente de su ventaja, como también de los desafíos e incertidumbres que le aguardan, especialmente para aquellos se estrenan en las artes de lo político. Con ese respaldo, se dió una caballerosa disputa por el control del órgano, donde hubo buen cuidado de romper cristales y privilegiar la cooperación. Los representantes de la […]