Crítica
Por Miguel Alvarado Natali
Editor de Cultura
“Ágape” escrita y dirigida por Marcelo Leonart, es un drama ficticio cuyos protagonistas se reúnen en torno a una cena, esta que practicaron los primeros cristianos como una ceremonia de amor y entrada al reino de Dios. Se está presentando en el Teatro Camilo Henríquez a cargo del Colectivo El Pony, hasta el 28 de octubre.
El fin de mundo está llegando, la gente corre por comida en los supermercados y se ha incrementado la violencia con armas de fuego. En tanto, en una casa cuatro mujeres jóvenes y un hombre, se preparan para el ágape, que los salvaría de este caos. Mientras dos de ellos andan comprando alimentos (Felipo y Varinia) suceden cosas extrañas casi al límite de la locura tanto en el interior de la vivienda como en las calles de la ciudad. Una acción de irracionalidad inunda las mentes de dos de las muchachas –Ligia y Timotea- que con una pala rompen la frente de Conchita, enterrándola en el patio. Luego la confusión será total en el pasillo de los lácteos, ya que a la situación límite en que llegan los protagonistas los hace cometer la más feroz atrocidad.
Con una escenografía sugerente, aquí lo importante es la mesa para la comida, pero se mantiene desocupada en casi toda la presentación, entonces encontramos elementos surrealista que acaparan las miradas del público, como el cuadro de “La última cena” de Da Vinci, ocupando el fondo del escenario y dividido en dos para dar la entrada de los actores. Las luces y la música en constante suspenso, hacen su aporte a cada escena llevándonos a una atmósfera tensa e inquietante.
Los actores desbordan una energía y potencia que nunca decae, ocupando el espacio escénico correctamente. Todas las actuaciones están notables, intensas en un torrente expresivo y corporal, especialmente en esos diálogos ensordecedores, que hacen que la audiencia no pestañee, sin embargo, hay un descuido de las actrices al agarrar las metralletas incorrectamente, hasta en la ficción lo verosímil tiene que funcionar.
Es un montaje colérico con actuaciones estridentes, que mantiene al público atento a la siguiente jugada de los protagonistas. Eso sí, tiene una trama que hemos visto tantas veces en el cine, no hay una explicación del cataclismo que están viviendo los personajes. Si bien las escenas tienen buen ritmo, comienza a tornarse interminable y reiterativa la presentación, que va a salir airosa sobre el final con un clímax predecible, pero que la lleva a un giro y un desenlace tan espectacular y sorpresivo. De buen gusto y original, que termina emocionando a los presentes, mientras suena la canción “La cura” del italiano Franco Battiato. Es una obra entretenida, que bordea la religiosidad y el mesianismo, nos lleva por el camino de la poliginia y la fraternidad.
Por Miguel Alvarado Natali
#miguelalvaradonatali
Santiago de Chile, Crónica Digital 23 de Octubre 2023
Ficha artística
Dirección y dramaturgia: Marcelo Leonart
Elenco: Nicolás González, Scar Barrera, Ana Carolina Lizama, Maite Pino y Magdalena Urarte
Diseño integral: Nicolás Zapata
Asistencia de diseño: Rayen Baeza