Con esta investigación hemos visto miles de genes cambiar la forma en que se encienden y apagan. Esto sucede tan pronto como un astronauta llega al espacio, y parte de la actividad persiste temporalmente al regresar a la Tierra, añadió Mason en relación al incremento descrito en este proceso, conocido como metilación.
Cuando el astronauta retirado Scott Kelly regresó a la Tierra en marzo de 2016, el estudio Twins se intensificó con la recolección de muestras de investigadores de él y su hermano gemelo, el también astronauta retirado Mark Kelly.
Los expertos comenzaron a combinar los datos y revisar la enorme cantidad de información en busca de correlaciones.
Mason aseguró que esta investigación representa uno de los puntos de vista más completos de la biología humana; ya que establece la base para comprender los riesgos moleculares de los viajes espaciales, así como las formas potenciales de protección para corregir esos cambios genéticos.
Washington, 25 octubre 2017
Crónica Digital /PL