El dictador argentino, general Jorge Rafael Videla, quien purgaba varias penas a perpetuidad, falleció hoy por causas naturales, se informó aquí oficialmente.
El director del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, confirmó que Videla, murió a las 08:30 hora local (05:00 GMT) en el centro carcelario de Marcos Paz, provincia de Buenos Aires, donde se encontraba cumpliendo condena a prisión perpetua por la comisión de delitos de lesa humanidad.
Videla llegó al poder en 1976 tras un golpe de Estado y comando la dictadura más sangrienta en la historia de Argentina hasta 1981.
Actualmente era juzgado además por su participación en el siniestro Plan Cóndor y el pasado día 14 se negó a declarar en el proceso que se sigue por los atropellos y crímenes de lesa humanidad cometidos durante esa operación.
Videla, de 87 años, se sentó en el banquillo de los acusados solo para desconocer la jurisdicción del Tribunal Oral Federal 1 que lo juzga.
En su defensa, solo dijo que los delitos por los que se le enjuicia ahora, perpetrados dentro del marco del plan de cooperación represiva entre las dictaduras de la región, eran «cosa juzgada» desde 1985, en el proceso a los comandantes.
Este juicio se reanudó el pasado 23 de abril y en el mismo son juzgados 25 acusados por crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura.
El proceso busca establecer responsabilidades en el marco de la colaboración represiva de las dictaduras de Chile, Bolivia, Uruguay, Perú, Paraguay y Brasil.
Los represores son acusados por delitos en perjuicio de 106 víctimas, la mayoría de ellas uruguayos, pero también paraguayos y chilenos.
La Operación o Plan Cóndor es el nombre con que se conoce la maniobra de coordinación entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América: Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia -y esporádicamente, Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador- con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos llevado a cabo en las décadas del 70 y 80.
Constituyó una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado.
En ella se instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política.
Buenos Aires, 17 de mayo 2013
PL