Las elecciones municipales francesas estuvieron marcadas por el abstencionismo y la progresión de la ultraderecha, lo cual es interpretado hoy aquí como un signo preocupante y reflejo del descontento de la población con los partidos tradicionales.
En los comicios la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) y sus aliados lograron el 46,54 por ciento de los votos; el gubernamental Partido Socialista (PS), junto con otras formaciones afines, perdió el primer lugar al obtener el 37,74; mientras que el Frente Nacional (FN) de extrema derecha alcanzó el 4,65.
Si bien es cierto que lo logrado por el FN el domingo es poco, esa cifra constituye cinco veces más que la registrada en la pasada contienda de 2008, cuando apenas obtuvo un 0,9.
Otro dato a tener en cuenta es que la extrema derecha sólo se presentaba en 597 de los más de 36 mil 600 municipios existentes.
El símbolo de la progresión del FN lo constituye sin dudas la elección en primera vuelta de un alcalde de esa formación en una localidad de más de 10 mil habitantes: Hénin-Beaumont.
Los candidatos de la extrema derecha fueron también los de mayor número de votos en 17 comunas, incluidas Perpiñán, Aviñón o Béziers, y en otras desplazaron al PS del segundo lugar como en la emblemática ciudad de Marsella.
La presidenta del FN, Marine Le Pen, anunció que para la segunda ronda del próximo domingo van a mantener sus listas en 315 municipios, por haber obtenido más del 10 por ciento de los sufragios.
En una intervención poco después del cierre de las urnas, el primer ministro galo, Jean-Marc Ayrault, reconoció que la jornada estuvo signada por el abstencionismo, cercano al 40 por ciento, y la progresión del Frente Nacional.
Según Ayrault, las elecciones se desarrollaron en un contexto económico y social muy difícil para los franceses y una parte de los electores expresaron sus inquietudes y dudas mediante la inasistencia a las urnas.
El jefe del Gobierno llamó a la unificación de todas las fuerzas democráticas y republicanas para impedir el triunfo del FN en aquellas comunas donde tienen posibilidades de ganar en segunda vuelta.
Un llamado similar hizo hoy el secretario nacional del Partido Comunista Francés (PCF), Pierre Laurent, quien exhortó a cerrar el paso a la elección de otro alcalde del FN.
«La extrema derecha es un peligro para nuestra democracia. La situación es inquietante», dijo Laurent.
El líder del PCF también envió un mensaje al gobierno sobre la necesidad de cambiar el rumbo de las políticas actuales y de terminar con los programas de austeridad.
Los analistas interpretan el resultado de los comicios como un voto de castigo al ejecutivo por no haber cumplido su promesa de reducir el desempleo, que ya alcanza a más de tres millones 300 mil personas.
También le reprochan el aumento de los impuestos, la creación de nuevos gravámenes y su reciente giro a la derecha cuando anunció un plan de beneficio empresarial con el presunto objetivo de fomentar la creación de puestos de trabajo.
Sus rivales de la UMP tampoco pasan por un buen momento. El presidente en funciones de ese partido conservador, Jean-François Copé, es objeto de investigación tras las denuncias sobre pagos irregulares durante la pasada campaña electoral.
Otra figura de ese partido, el exgobernante Nicolás Sarkozy, fue sometido a escuchas telefónicas por orden de los jueces y con los datos recabados por esa vía la fiscalía abrió un expediente por supuesto tráfico de influencias.
De ahí que los expertos hablen del cansancio de la ciudadanía con los partidos tradicionales y vinculen esta situación al auge del FN, una formación que si bien ha tratado de cambiar su imagen durante los últimos años, sigue teniendo un discurso nacionalista, xenófobo, antiinmigrante y contra la Unión Europea.
Por Carmen Esquivel Sarría
París, 24 de marzo 2014
PL
Sí bien no es posible tener un visión tan similar, para juzgar las crisis, de los diversos países, aprovechadas por el avance de los sectores de la derecha, a nivel mundial.
Existe una extraña ecuación, en que los sectores de derecha, que apoyan la globalización, logran que las llamadas ciudades, boutiques, que preferentemente crecen, capitalizan el flujo de las transnacionales. generando una disfunción estructural del capitalismo.
Los países y sus trabajadores no pueden adaptarse al obligatorio » supuesto globalismo y progreso». Cuando las políticas de los estados, tratan de palear estas deficiencias del capitalismo mundial y su crisis estructural, caen en un deficit- ya calculado- por la globalización.
Así los sectores de derecha, aprovechando esta excusa, que ellos han creado, y planificado, aprovechan el descontento del desempleo, para acceder al poder: La ecuación perfecta: para el denominado golpe suave.
Nelson Carrasco
Me llama la atención que se utilice la palabra ultra derecha…no existe la ultra derecha, usar esa palabra es ignorancia política e ideológica…me da pena quienes la usan y mas pena me dan aquellos que creen que se aproxima la esclavitud capitalista…Ahora hablando con propiedad, la centro derecha a estado avanzando en la política y tomando puestos porque el comunismo y el socialismo a fracasado…Estas dos ultimas fueron creadas gracias al odio y el desprecio de la vida humana pero esos tiempos ya han terminado y hoy existe un espirtitu de progreso y amor por la vida que se llama neo-liberalismo,donde cada uno es libre de crecer y progresar sin miedo a que el estado los castigue con practicas cobardes como la represión como la expropiación o aun peor la apropiación por parte del estado, que son actos distintos.