Al entregarse ante la Corte de La Haya la contramemoria de Chile en respuesta a la demanda presentada por Bolivia donde pide a la Corte que Chile negocie una salida soberana al mar, el diputado Jorge Tarud, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores y presidente de la comisión de Defensa, señaló que nuestro país “hará respetar sus derechos ante la Corte y ante la comunidad internacional”.
“Chile responde con el peso del derecho y no con los insultos permanentes que nos ha inferido el Presidente de Bolivia, Evo Morales, quien al tratar a Chile de ladrón, colonialista, racista y otros adjetivos calificativos más, solo está demostrando la liviandad de su demanda la que no tiene asidero jurídico. Ha roto el diálogo con nuestro país y contraviene las principales normas y códigos de la diplomacia utilizando un lenguaje absolutamente impropio para un Jefe de Estado”, acusó el diputado.
“Seguramente- continuó- Bolivia trabajará en una réplica y, en consecuencia, Chile deberá trabajar en una dúplica y, siguiendo este camino, luego vendrán los alegatos orales, prolongándose este proceso entre 2 a 3 años”.
Para el parlamentario, “la Corte de La Haya deberá reflexionar profundamente acerca de lo que pide Bolivia, en consideración a que cuando dos Estados dialogan es un hecho absolutamente natural en diplomacia y que ocurre todos los días”. En consecuencia, agregó que “si una de las partes que ha dialogado argumenta que hay una obligación de negociar por el solo hecho de haber establecido conversaciones, eso significaría que la comunidad internacional suspendería todo diálogo habitual en diplomacia, porque de lo contrario sus conversaciones se estimarían como obligatorias”.
“Si bien, en el pasado Chile trató el tema marítimo con Bolivia, estas conversaciones fracasaron por la exclusiva responsabilidad de Bolivia y, en consecuencia, cuando no hay acuerdos, no hay obligación de ninguna naturaleza. Por lo tanto, la Corte deberá asumir que Chile no tiene obligación alguna de negociar”.
Finalmente, Tarud expresó, “es inédito que una corte obligue a un país a negociar su propio territorio y, en consecuencia, los fundamentos de la Corte, el objetivo por la cual fue creada, está evidentemente bajo observación de toda la comunidad internacional. No hay corte alguna en el mundo que pueda obligar a un país soberano e independiente a negociar su propio territorio”.
Santiago de Chile, 13 de julio 2016
Crónica Digital