He aceptado postular a la Presidencia del Partido Socialista, en el periodo 2015-2017, para ahondar y acentuar su responsabilidad fundamental en la derrota de la desigualdad y en el robustecimiento de la democracia en Chile. Es mi convicción que la justicia social se abrirá paso a través del perfeccionamiento y profundización de las instituciones democráticas; ello es lo que garantizará su proyección y permanencia en el tiempo.
De esta manera hago mía la gran conclusión a la que llegara nuestro recordado compañero Clodomiro Almeyda, recogiendo las lecciones generadas por el colapso del sistema burocrático-autoritario en Europa del Este, denominado «socialismo real», en el sentido que la vocación esencial del ideal socialista se renovó y revigorizo profundamente para constituirse «en una opción radical por la razón y la justicia».
Esta posición de principios separa aguas de cualquier tentación mesiánica de pretender imponer por medio de la fuerza un modelo preestablecido de estructura estatal, sino que los socialistas actúan y trabajan desde la convicción que la democracia en cuanto «gobierno del pueblo por y para el pueblo» se despliega, crece y alcanza su madurez desde las circunstancias históricas propias de cada nación. Cada pueblo debe ser el dueño de su destino, como nos lo legara con tanta insistencia, el Presidente mártir Salvador Allende.
De manera que asumimos que lasdebilidades e imperfecciones de la democracia se sanan con más democracia.
Por eso, me anima la tarea de abrir camino en Chile hacia un Estado social y democrático de Derecho, que logre dejar atrás las fuertes resistencias que aún generan aquellas estructuras que provienen del carácter subsidiario del Estado, que impuesto por la dictadura se ha reformado sólo en parte en los 25 años que van desde el restablecimiento de la democracia.
Avanzar en esa dirección, significa apoyar lealmente el gobierno, liderado por la Presidenta Michelle Bachelet y sustentado en el bloque de Partidos que se han agrupado en la Nueva Mayoría; este es un esfuerzo político-programático sin precedentes agrupando en una misma decisión de gobernar el país a fuerzas que han sido fundamentales en el progreso social de Chile y que formaron parte del gran abanico de fuerzas que tuvo la capacidad, fortaleza y madurez de poner término a la dictadura.
Este entendimiento se debe preservar y robustecer por encima de cualquier divergencia en la contingencia cotidiana. Si alguna de estas agrupaciones partidarias faltara el conglomerado ya no sería la mayoría requerida para dar curso, sostener y consolidar las reformas estructurales comprometidas con el país y la acción gubernativa se vería seriamente afectada. Esto significa que el libre intercambio de opiniones sea debidamente encauzado hacia el logro de los objetivos comunes. El pluralismo y la diversidad consustanciales a la amplitud del bloque político de la Nueva Mayoría tienen como condición para ser fecundos el ejercicio de la unidad para concretar las transformaciones programáticas que le inspiran,
En consecuencia, la acción política que vamos a desarrollar tiene su pilar esencial en el apoyo leal y consistente a las reformas impulsadas desde el gobierno y se proyecta hacia el objetivo de enfrentar y reducir, a través de reformas sucesivas, la desigualdad social existente en el país. Ello exige un proyecto político a largo plazo, que desde una mirada de amplia mayoría nacional, sea capaz de aislar y superar el ideologismo neoliberal que aún anima a la derecha en Chile.
Arribamos a la concreción de estas nuevas metas rescatando el valor del esfuerzo de los socialistas para reimplantar el régimen democrático en Chile. Dimos una lucha muy dura, dolorosa y supimos mantener una tenacidad inquebrantable hasta que la libertad volvió a nuestro suelo. Por eso, aunque la tarea tuvo debilidades e imperfecciones nos enorgullecemos de lo realizado ya que nunca nos rendimos y jamás abandonáremos el necesario ejercicio de tributar el reconocimiento que merece la memoria de nuestros mártires. Hoy Carlos Lorca es un legado imborrable que pertenece a los jóvenes socialistas y Salvador Allende es una figura que distingue a Chile en el mundo.
Asimismo, valoramos el arduo esfuerzo que desde 1990 hasta la fecha fue rehaciendo las conquistas, derechos y libertades conculcados por la dictadura. El Chile Solidario, el Estatuto Docente, la Jornada Escolar Completa, el AUGE, la creación del FOSIS, la Reforma Previsional que creó la Pensión Básica Solidaria y el APS, la iniciativa Chile crece contigo, los planes de Viviendas sociales y de Agua Potable Rural, en fin, una labor que nos hizo un país más fuerte y más seguro de sí mismo.
Pero nos aflige la desigualdad y el atraso que existe en muchas regiones, expresado en bolsones de pobreza, brotes delincuenciales, drogadicción, alcoholismo y violencia intrafamiliar. Los fuertes contrastes sociales nos afectan como país, de ellos arranca la intolerancia en el debate y el escaso valor que otorgamos a la diversidad. Asimismo, en los segmentos de opinión que están incomunicados entre sí surgen grupos que exigen que los demás piensen como ellos; tal vez, sin darse cuenta los alcanza la huella pegajosa del autoritarismo.
Tales obstáculos nos demanda proyectar una cultura libertaria, capaz de derrotar la discriminación en todo ámbito, de ejercer el debate de ideas con amplitud, de no temer y no agredir la opinión diferente; hay que dejar atrás la mala práctica de la descalificación personal que no hacen más que reflejar odiosidades que son inconducentes. Se trata de situar como eje de la preocupación pública la consecución de mayores grados de igualdad, en el marco de nuestra diversidad esencial como individuos y la pertenencia a las vertientes de pensamiento que nos identifican.
Además, en el ámbito programático hay que proyectarse a largo plazo e impulsar la reactivación y diversificación de la economía, hay que ampliar la base industrial del país, el potencial energético y la incorporación de la ciencia y la tecnología al proceso productivo. Ello requiere un Estado más ágil y más fuerte. Su presencia debe estar donde el progreso social lo solicite y no limitarse a llegar donde el mercado no existe.
Aspiramos a una sociedad fundada en el ejercicio de la razón y la libertad, sin traumas ni complejos, con una sana memoria histórica, formada por gente que hace del trabajo social una vocación, que rechaza el parasitismo que se niega a contribuir al esfuerzo colectivo y que condena la codicia ilimitada en los negocios, reivindicamos una ética de servicio público que deplora el aprovechamiento personal de las funciones públicas.
Condenamos la demagogia y el clientelismo que envilece el servicio público, como que en ciertas campañas electorales algunas candidaturas intentan la compra de conciencias regalando enseres o paquetes con alimentos. Esa conducta siembra el apoliticismo y abre la puerta al populismo.
Por el contrario, no hay democracia sin Partidos políticos; su tarea no se puede reemplazar por la acción de caudillos por iluminados que estos se muestren. Me propongo reponer la deliberación política, dentro y fuera del socialismo, con la altura de miras que se requiere.
Se trata de dignificar la política, de levantar sus preocupaciones desde el foso de las recriminaciones mutuas hacia una interlocución activa con la sociedad civil y los movimientos sociales e ir creando las condiciones que permitan avanzar hacia una nueva Constitución, nacida en democracia, cuyo fundamento de principios sea el respeto irrestricto a los Derechos Humanos.
En esa perspectiva se irá configurando el Estado Social y Democrático de Derecho que pueda derrotar la desigualdad. La tarea que nos convoca no se hará en un abrir y cerrar de ojos, requiere una voluntad de acción mirando un horizonte libertario y de fraternidad humana que da sentido a la perspectiva socialista,
Eso es lo que me motiva. Ningún ánimo subalterno me inquieta el espíritu. La gran tarea es hacer realidad la justicia social en democracia. Por eso, la unidad es necesaria, todos somos parte de este esfuerzo.
JUNTOS SOMOS MÁS
Camilo Escalona
Santiago de Chile, 31 de Octubre del 2014.
Crónica Digital
Hace mucho tiempo no vei una tesis politica tan solida y potente, Escalona hay para mucho rato.
Compañero escalona, siempre potente en sus planteamientos
Extraodinaria propuesta del compañero Camilo. Ha dignificar la política, a dignificar lo que amamos!! Cuente con mi apoyo!!
Cristina…Gerardo,,,,,,Marcela……..Ustedes todavia creen en el Viejo Pascual ?
Como dijo nuestro antipoeta Parra: «La izquierda y la derecha unidas, jamás serán vencidas». Leer y escuchar a Escalona (Estado Nacional), da vida a esta consigna Parrina, por algo la UDI, Renovación Nacional y la derecha DC (todos protagonistas de la CODE) lo elevan como gran líder. Si bien hábilmente usa frases que «venden», lo importante es lo que no dice. Por ej,: «…estructuras que provienen del carácter subsidiario del Estado, que impuesto por la dictadura se ha reformado sólo en parte en los 25 años que van desde el restablecimiento de la democracia.» lo que no dice es que desde entonces no se ha modificado NADA que cambie el carácter subsidiario del estado. NADA.