El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, insistió en el interés de su país de llevar ayuda a los chilenos damnificados por las lluvias y las inundaciones de los últimos días.
El también presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional, recordó que Bolivia comparte lo que tiene para ayudar a los pueblos que sufren desastres naturales y enfatizó que se espera por la autorización del gobierno chileno para enviar agua embotellada a los habitantes de la zona de Atacama.
Según el vicemandatario, no es la primera vez que su país está dispuesto a ayudar a otras naciones necesitadas y ratificó que un avión Hércules, de la Fuerza Aérea, aguarda por el permiso.
Bolivia brindó desde ayer su ayuda a Chile para los damnificados por las lluvias en las ciudades de Calama, Antofagasta y Coquimbo y otras poblaciones menores, pero el consulado de Santiago en esta capital aclaró que, por el momento, no es necesaria la colaboración.
Las referidas ciudades están ubicadas en el territorio que Chile le arrebató a Bolivia con la invasión de febrero de 1879, tras la cual se apoderó de 120 mil kilómetros cuadrados de zonas ricas en minerales y 400 kilómetros de costas al Océano Pacífico.
Bolivia y Chile rompieron relaciones diplomáticas en 1976.
Santiago de Chile, 30 de marzo 2015
Crónica Digital / PL
Lun Mar 30 , 2015
Juan Barros Madrid es obispo desde 1995. Su nombramiento se hizo en tiempos del Papa Juan Pablo II. Conocido hoy dentro de la iglesia católica, como protector y santo de dictadores y pederastas. El controversial obispo de Osorno, estudió en el colegio San Ignacio de El Bosque, tuvo un paso por la Universidad Católica, en la carrera de Ingeniería Comercial, hasta su ingreso al Seminario Mayor, donde es ordenado sacerdote en 1984. Años difíciles de la iglesia chilena, sin embargo para el clérigo pirulo, de pelo engominado, ese no era tema, aunque puede que por obligación lo haya sido, en su labor de secretario personal del Cardenal Juan Francisco Fresno, desde 1983 y hasta 1990. En sus años de formación, el no tan pequeño Juan, sintió una cercanía particular por F.K. presbítero de la Parroquia del Sagrado Corazón, perteneció a su círculo íntimo, al grupo de privilegiados que tenían acceso a los besos con lengua, a los toquecitos del amigo personal del Nuncio Ángelo Sodano, además de ser uno de los parrocos preferidos de los seguidores de la dictadura. Para los finos feligreses de El Bosque, Pinochet era un salvador de la patria; cuya misión consistió en limpiar el país de tanto torcido comunista que dañaba los valores más esenciales de la nación. Por eso, Juan olvida o simplemente borra de su memoria antojadiza, la carta que enviara un grupo de parroquianos advirtiendo al Cardenal Fresno, sobre los abusos de su mentor en 1984. Porque entre tanto papeleo, entre tantos dimes y diretes de aquella época ¿Cómo se va acordar de una cosa semejante? Además había que ser bien “vaca” muy masón o decidido marxista, para creer que su líder espiritual, ese que olía a santidad pudiera ser acusado de semejantes tonterías, mire que tanta alharaca por una tocadita, un besuqueo. Porque a la mesa del beato calentón, no todos estaban convidados, eran algunos los que tenían ciertos derechos y seguras prebendas, en esa especie de culto al manoseo, donde Barros o el actual obispo Tomislav Koljatic; se disputaban un arrumaco, una agarradita de paquete, del otrora guía -de la ahora discutida y antes venerada- Pía Unión Sacerdotal. Y pasaron los años y nadie vio nada, ni supo nada, en el tranquilo templo de providencia. Algunos lo atribuyen a la natural astucia de los abusadores, otros sencillamente, incluso hoy, se niegan a creer tales imputaciones. Fue la valentía de Cruz, Hamilton y Murillo quienes superando todo tipo de presiones y prejuicios, continuaron con sus denuncias, golpearon todo tipo de puertas, enfrentando los códigos de silencio, hasta obtener en parte justicia. Extrañamente el golpe de cordura, vino desde El Vaticano, el mismo que de la mano de Juan Pablo II, Ratzinger y Ángelo Sodano, encubrieran hasta el cansancio: el caso del pederasta Marcial Maciel en México, de los eclesiásticos de Boston, sin contar la triste confesión de abusos sexuales y psicológicos «endémicos» en escuelas y orfanatos católicos de Irlanda. En ese ambiente de descrédito, el 18 […]