Los premios comenzaron a entregarse en 1901 en las categorías de Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura y Paz. A partir de 1968 se estableció también el de Ciencias Económicas.
Pero estos famosos galardones tienen también una sección llamada Ignatius (Ig) Nobel, creados por la revista Anales de Investigación Improbable que reconoce las diez investigaciones reales más absurdas, desconcertantes y divertidas del año.
Según su lema: ‘los Ig primero hacen reír y después pensar, porque sus propuestas pueden parecer ridículas, pero tienen un propósito serio y han aparecido en publicaciones de prestigio del ámbito científico’.
La 26 Ceremonia Anual de los premios Nobel de broma tuvo lugar este mes en la Universidad de Harvard en Estados Unidos. Entre los estudios premiados estaban: un análisis en el cual le ponen pantaloncitos a las ratas para comprobar su fertilidad y otro sobre un hombre que decide vivir como las cabras. Los ganadores fueron:
Un investigador egipcio llamado Ahmed Shafik, recibió el premio en Reproducción por estudiar los efectos en las ratas de llevar pantalones de poliéster, algodón o lana en su vida sexual. Luego repitió el estudio con varones humanos. Las ratas que llevaban poliéster mostraron tasas significativamente inferiores de la actividad sexual, tal vez debido a las cargas electrostáticas creadas por el material, según el estudio.
Los premiados en la categoría de Economía, fue una pareja británica que estudió las ‘personalidades de marca’ de diferentes tipos de rocas desde una perspectiva de marketing y ventas. Con ello, los organizadores del evento también hicieron un juego de palabras (Ig Nobel rocks).
En Física, el reconocimiento fue para un análisis conjunto entre expertos de Hungría, Suecia y Suiza sobre por qué los caballos de cabellos blancos son los preferidos por las moscas y no los caballos tábano. Además de otro para descubrir por qué las libélulas están fatalmente atraídos por lápidas negras.
La especialidad de Química contó con de Volkswagen, por resolver el problema de las emisiones excesivas de contaminación por automóviles automáticos, produciendo de manera electromecánica menos emisiones.
La nación alemana se llevó también el premio en Medicina por descubrir que si usted tiene una picazón en el lado izquierdo de su cuerpo, puede aliviarlo mirando en un espejo y rayar la lado derecho del cuerpo y viceversa.
A ellos se suman Bélgica, Holanda, Canadá, Alemania, y Estados Unidos con el reconocimiento en Psicología por investigar a mil mentirosos y preguntarles con qué frecuencia lo hacen y decidir si son creíbles los planteamientos. El título es: De menor a mayor Pinocho: un estudio transversal Vida útil de Investigación del engaño.
Por su parte, el premio a la Paz fue para una indagación académica de Estados Unidos y Canadá, denominada ‘En la Recepción y Bullshit Detección de la Pseudo-Profunda’. En Biología, lo ganaron dos británicos: Charles Foster, por vivir en la naturaleza, en diferentes momentos, como un tejón, una nutria, un ciervo, un zorro, y un pájaro; y Thomas Thwaites, por la creación de extensiones protésicas de sus extremidades que le permitían moverse, y pasar tiempo en las colinas en compañía de cabras.
Suecia presentó un trabajo de tres volúmenes autobiográficos sobre los placeres de la recogida de las moscas que están muertas, y que aún no lo están muertos. Con ello se llevó el Ig Nobel de Literatura.
Por último, Japón ganó en Percepción con: ‘La percepción de tamaño y distancia de blancos vistos de entre las piernas: La evidencia de la teoría propioceptiva, del nipón, Atsuki Higashiyama.
Sin dudas los Ig Nobel son una forma amena de sacar a la ciencia de su ‘cuadrado’ y divulgar ‘los últimos adelantos’.
Por Claudia Dupeirón García* La autora es periodista de la redacción de ciencia y técnica de Prensa Latina.
La Habana, 2 de octubre 2016
Crónica Digital / PL