El candidato del pueblo, como lo identificaron sus seguidores, acumula ya más del 50 por ciento de los sufragios, según cifras oficiales del Consejo Electoral Provisional (CEP).
Su más cercano contrincante, el ex presidente Leslie Manigat, acumula no más del 12 por ciento.
«Los resultados preliminares favorecen ampliamente a Preval», admitió Manigat la víspera.
Preval triunfó hasta en el encumbrado barrio de Petion-Ville, donde reside la alta burguesía.
Hay alegría -aunque moderada- en amplios sectores de la sociedad haitiana, sobre todo en las clases más humildes que ven una vez más un destello de esperanzas reprimidas o castigadas durante dos siglos.
Temo que Preval arrasó en la primera ronda, opinó un integrante del comando electoral del aspirante del movimiento L´Espwa (La Esperanza).
Las elecciones generales del estado caribeño se efectuaron el pasado martes con un elevado porcentaje de asistencia de los 3,5 millones de votantes convocados, de acuerdo con voceros de la Misión Estabilizadora de Naciones Unidas para Haití (MINUSTAH).
El Consejo de Seguridad de ONU felicitó el éxito de los comicios, pero decidió prorrogar por seis meses más el mandato de MINUSTAH, compuesta por más de nueve mil 300 soldados y policías que mantienen ocupado el país desde hace dos años. ç
Preval dijo el miércoles que respalda esa determinación del organismo mundial.
Esta fue la primera convocatoria a las urnas en Haití tras el derrocamiento del presidente Jean Bertrand Aristide, en febrero de 2004.
En la cita fueron electos también los 129 integrantes del Parlamento, entre mil 300 aspirantes.
Bob Manuel, del grupo de apoyo a la campaña de Preval, aseguró que no habría segunda vuelta, y el pronóstico se cumplió.
Aún faltan por contabilizar los resultados de numerosos colegios ubicados en zonas rurales, desde las cuales se trasladaban las urnas sobre mulas.
La convocatoria haitiana está llamada a poner fin a dos años de una tenebrosa inercia que generó sangrientos actos de violencia política y social, inseguridad y la consolidación de mafias que mantienen a esta nación en una peligrosa deriva.
El ex presidente Preval (1996-2001) figuró a la cabeza de la intención del voto a lo largo de toda la campaña, con casi 40 por ciento a su favor, según sondeos de la empresa Gallup/USA.
Ninguno de los restantes 32 aspirantes que contendieron presentó un programa de gobierno de tanta dimensión y profundidad como él, coinciden analistas.
René Preval García nació el 17 de enero de 1943 en el Departamento Oeste de Haití. Es padre de dos hijas y cursó estudios de Agronomía en las universidades de Gembloux y Lovaina de Bélgica, y de Ciencias Geotérmicas en la universidad italiana de Pisa.
Su currículum político, amplio y reconocido, se inició con una activa participación en los Comités Cívicos de Resistencia a la dictadura de Jean Claude Duvalier (1971-1986).
Fundador del grupo Honor y Respeto por la Constitución, que animaban intelectuales de izquierda, de 1987 a 1991 presidió el Comité Pa Bliyé, centrado en la investigación del paradero de los desaparecidos durante el régimen duvalierista.
También militó en la organización caritativa La Fanmi Selavi (La Familia es la Vida), el Comité de Acción Democrática y el Movimiento Lavalás (Avalancha), liderado por el ex sacerdote saleciano Jean Bertrand Aristide.
Desde el 13 de febrero de 1991 sirvió en el gobierno de Aristide como primer ministro, ministro de Defensa y del Interior, hasta que el golpe de estado del 30 de septiembre de ese año abortó la primera experiencia auténticamente democrática de Haití desde su independencia de Francia en 1804.
Preval ganó en forma arrolladora -con el 87,9 por ciento de los votos- las presidenciales del 17 de diciembre de 1995.
Cuando el 7 de febrero de 2001 le transfirió la banda a Aristide, se convirtió en el primer gobernante en la historia de Haití en completar su mandato y en entregar el poder voluntariamente.
Crónica Digital/PL
Santiago de Chile, 11 de febrero 2006
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