Un corresponsal británico en Los Alpes comenta que las estaciones dedicadas al deporte del esquí pudieran tener serios perjuicios en las tradicionales vacaniones de fin de año, pues sus pistas no tienen la nieve necesaria para su práctica.
La temporada invernal 2006-2007 fue precedida, a su vez, por un otoño verdaderamente atípico, de los peores de los últimos tiempos, por sus altas tempraturas y escasez de nieve.
Muchos observadores creen que el calentamiento global originado por el reforzamiento del efecto invernadero, debido a la emisión de gases industriales a la atmósfera, es el responsable de este invierno templado que viven zonas de las famosas cumbres europeas.
Alemania, Austria e Italia, donde hay una fuerte infraestructura turística basada en la explotación de instalaciones para los deportes de invierno, están entre los países que se sienten más amenzados por esta rara calidez invernal.
Reportes desde Moscú, hablan de 1la significativa ausencia de las nevadas habituales, en una nación que se caracteriza por la crudeza de los inviernos y donde no poder contemplar los mantos de hielo en ríos y campos parece cosa de fantasía al transeúnte.
Con las temperaturas ocurre otro tanto, pues en los últimos días se registraron unos cinco grados, cuando lo habitual es que por esta fecha estén en los cinco grados bajo cero.
Al margen de las cuentas de la economía y de las nostalgias del paisaje, los habitantes de esas comunidades piensan que definitivamente els cambio climáticos es un fenómeno real, que no es bueno para la vida del planeta.
Como resultado, se ha observado anomalías en el comportamiento de especies de la fauna como los osos pardos, quienes no se han «despertado» totalmente como de costumbre, en tanto serpientes y otros reptiles no acudieron todavía a sus abrigos de invierno.
Londres, 18 de diciembre 2006
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