La cifra es millonaria y de no resolverse, prontamente, puede poner en riesgo de muerte a «la Reina»: Michelle Bachelet y a un partido que nació como instrumental.
Chiledeportes se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para la clase política gobernante. El error voluntario o involuntario- de utilizar facturas falsas para justificar gasto en la campaña electoral de Guido Girardi tiene complicada a La Moneda. Esta en tela de juicio la fe pública y el actuar de los partidos políticos gobernantes. El fantasma del PRI mexicano ronda en Chile.
Pero, más allá de la gravedad de la denuncia de la factura, el caso tomó otros ribetes cuando Publicam comenzó a ser relacionadas con Chiledeportes. La bomba de racimo había sido disparada desde los medios de comunicación y el PPD y su red de operadores políticos en cargos de gobierno el principal afectado.
Las explicaciones del senador Girardi no han sido suficientes ni para la llamada clase política, ni para el PPD ni para la opinión pública. No basto que el parlamentario reconociera el uso ilegal del documento tributario ni siquiera que apareciera en La Segunda con sus hijos para dar la sensación de hombre bueno. Una tras otra Guido Girardi llena espacios de los medios de comunicación vinculados a hechos irregulares.
La Moneda ya ha informado a los presidentes del conglomerado oficialista que el escándalo de Chiledeportes es uno de muchos que vendrán.
El PPD le llueve sobre mojado. A las denuncias del uso electoral de los Programas de Generación de Empleo (PGE) de la quinta región donde aparecen vinculados los diputados Rodrigo González y Laura Soto se suma el descubrimiento de la operación de financiamiento político gestado en Chiledeportes por Andrés Farias.
Luego, vendría la formulación de cargo de otros dirigente pepedé en Victoria, Jaime Aravena Aravena por haber falsificado la firma al alcalde DC de la comuna, René Saffirio en proyectos sociales vinculados a Chiledeportes. Por último, la fiscalía de Talcahuano este lunes interpuso una nueva denuncia. La institución afectada la Subsecretaría de Pesca y los programas de reconversión laboral de los pescadores artesanales.
Los escándalos de corrupción y clientelismo concertacionista tienen complicada a la presidenta Bachelet, sobretodo, cuando estos casos provienen del gobierno de Ricardo Lagos. La Mandataria nuevamente debe pagar un costo alto ya que en todos estos meses no ha podido gobernar con tranquilidad.
¿CRISIS TERMINAL?
Girardi ha dicho en todos los tonos que esta siendo objeto de una pasada de cuentas. Para otros, lo que le sucede al parlamentario mediático es producto de sus peculiares formas de operar al interior de su colectividad y en todos los gobiernos concertacionistas. Nadie desconoce que Guido Girardi no solo pide cupos políticos sino que los exige y presiona para lograr sus objetivos.
La crisis esta ad portas sobretodo cuando el sector opositor a Girardi al interior del PPD no están dispuestos a permitir que el parlamentario exija cerrar filas en su defensa. El sector de Bitar (que lo compone el subsecretario Francisco Vidal y Guido Girardi) tampoco están dispuestos a quitar el respaldo al cuestionado senador sobretodo cuando el diputado florista, Rodrigo González tampoco ha sido pasado al Tribunal Supremo por el tema de los PGE de la quinta región.
La actitud ambigua de la mesa directiva PPD ha provocado quiebres profundos y es muy probable que muchos de sus dirigentes destacados congelen o suspendan su militancia. Etcheverry ya anunció que de no haber claridad en este tema no le interesa seguir vinculado al partido y el senador Fernando Flores ya ha anunciado que podría suspender su militancia.
La suerte esta echada en el Partido Por la Democracia, un conglomerado que nació como instrumental y que con los años se ha transformado en un instrumento de poder político, donde existen poderosos caciques y una muy buena y extendida corte de operadores políticos que pululan en los palaciegos salones de La Moneda. Dios salve a la Reina.
Por: Roberto Portilla. El autor es periodista y editor general de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 7 de noviembre 2006
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