Esa conclusión está basada en análisis de instrumentos de piedra encontrados entre el 2004 y 2005 de entre 700 mil y 840 mil años, según revelan estudios difundidos por la revista Nature.
Esos utensilios son más antiguos que los descubiertos en la cueva de Liang Bua, donde encontraron los restos del homínido, pero el estilo de fabricación resulta muy similar, explicaron los expertos, dirigidos por Adam Brumm.
El hallazgo hace pensar al equipo australiano que los homo floresiensis que vivieron hasta hace 12 mil años aprendieron de sus antepasados a fabricar instrumentos complejos capaces de destrozar la carne de elefantes y dragones de Comodo.
De esa forma, sus descubridores salen al paso a un estudio estadounidense divulgado recién en la revista científica Science, el cual señaló que el homo floresiensis no era un nuevo tipo de humano, sino que sufría microcefalia.
El equipo australiano sostiene que la investigación desarrollado por Robert Martin del Museo de Field, Estados Unidos se basa «más en ideas preconcebidas que en pruebas actuales».
«Las pruebas de Mata Menge niegan las alegaciones de que las herramientas de piedra asociadas con el Homofloresiensis eran tan complejas que debieron haber sido hechas por el hombre moderno (Homo sapiens)», escribió Brumm en la revista.
El científico señaló en que aún no puede asegurar la identidad de los creadores de tales instrumentos, pero afirmaron que son más viejas que la de los humanos modernas.
Londes, 2 de junio 2006
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