La versión del ultra conservador matutino, y recogida por la prensa local peruana, fue desacreditada por el primer ministro, Jorge del Castillo, y los titulares de Relaciones Exteriores, José García Belaúnde, y Defensa, Allan Wagner.
Del Castillo sostuvo que la versión parece provenir de sectores políticos de ultraderecha empeñados en dificultar las relaciones entre Perú y Chile.
El premier consideró absurdo que el supuesto pacto comprometa al presidente peruano a conseguir que Fujimori no sea entregado, cuando el tema es decidido por la justicia chilena.
El canciller García Belaúnde desmintió de manera «tajante y definitiva» la versión del pacto secreto y anotó que los medios de comunicación deben cotejar fuentes y procesar sus informaciones antes de publicarlas.
Agregó que El Mercurio parece proyectarse con el informe, pues «ese diario sí sabe de pactos con las dictaduras», en alusión al apoyo de ese rotativo al régimen del general Augusto Pinochet.
El ministro Wagner, por su parte, apuntó que las relaciones peruano-chilenas no son condicionadas por informes periodísticos como el mencionado.
El secretario general del gobernante Partido Aprista, Mauricio Mulder, afirmó que el ejecutivo tiene «absolutamente claro» que Fujimori debe regresar para responder ante la justicia por los graves delitos que se le imputan, de lesa humanidad y corrupción.
Sostuvo que el gobierno ha dado plena libertad a los procuradores del Estado peruano para que impulsen la rápida extradición del fugitivo ex mandatario, y descartó subterfugios para obstaculizar la entrega.
Según Mulder, la versión del «pacto secreto» es una provocación de un sector «oscurantista y pretoriano», representado por El Mercurio, que apoyó al régimen represivo y antipopular de Pinochet y pretende perturbar las relaciones bilaterales.
«No hay que dejarse llevar por cantos de sirena de sectores ultras que siempre hay en todas partes (…) lo importante es que no se contaminen las relaciones de gobierno a gobierno», indicó.
Críticos del ejecutivo han sostenido aquí en diversas oportunidades que el gobierno y los seguidores de Fujimori tienen un pacto secreto para la impunidad del ex gobernante, por el cual los segundos apoyan al primero en temas estratégicos en el Congreso.
Fuerzas de oposición y activistas de derechos humanos critican además al gobierno por su falta de acción para lograr que Chile entregue a Fujimori.
El ejecutivo alega que no debe intervenir porque ello politizaría el caso, lo cual sería aprovechado por el reo para alegar ser perseguido político e impedir la extradición.
Lima, 13 de Febrero 2007
Prensa Latina , 0, 46, 11
