INES STRANGER: EL TEATRO CHILENO VA POR BUEN CAMINO

Hoy nos comenta sobre el buen momento en que atraviesa el teatro nacional y cuál es el funcionamiento general de una de las salas más importantes de la escena teatral chilena, una de las pocas que goza el privilegio artístico de solventar sus propias producciones además de recibir al menos 2 compañías invitadas al año.

-¿En qué año asumiste como directora del teatro y qué circunstancias te llevaron a tomar ésta decisión?

-Asumí en Enero del 2006 y acepté muy contenta porque era la primera vez que un académico se iba a hacer cargo del teatro.
Me nombró Alberto Vega, él estaba en la mitad de su gestión y quise trabajar en esa dirección , tenía ideas y ganas de hacer cosas, tres ideas tenía: vincular el teatro a la escuela, aprovecharlo más, tener más programación, más actividad y hacer una política de repertorio más coherente o sea que obedeciera a ideas más estructuradas.

-¿Cuáles son tus responsabilidades como directora del TEUC?

-La primera es la responsabilidad artística, establecer una política de repertorio y estar en las comisiones de repertorio, orientar los trabajos y las producciones para satisfacer una línea de segmentación de público que nos hemos propuesto, que hayan diferentes obras para por lo menos tres públicos: proyecto de formación de público joven, que es lo que se ha hecho mucho en el teatro, el proyecto de público adulto, público general y un proyecto de teatro para niños. Esa es la responsabilidad artística.
También tengo responsabilidades administrativas, el funcionamiento, la plata y todo lo que tiene que ver con la administración.

-Desde el momento en que asumiste como directora del TEUC, hasta ahora ¿cuáles han sido los mayores desafíos que has tenido que afrontar?

-Yo creo que el desafío más importante ha sido conseguir una ecuación difícil entre la tradición que tiene el teatro de la Católica, lo que se espera de él, lo que corresponde a la actividad universitaria, al ámbito académico y a la vez abrirlo a espacios de innovación escénica, que acoja a un público joven, que las personas sientan que ahí se hacen cosas que son modernas, taquilleras, ese es el desafío más grande, pero yo creo que lo hemos estado haciendo porque de acuerdo a nuestras últimas encuestas, a aparte del proyecto de formación de público estudiantil , que van todos los estudiantes en promoción a ciertas obras, el 70% del público general tiene menos de 40 años.

-¿Qué relación existe entre el TEUC y la Escuela de Teatro?

-Todo, porque la dirección de la Escuela nombra al director del TEUC, el director del TEUC, en éste caso yo, soy una académico de la Escuela que está a cargo del TEUC, entonces todo lo que tiene que ver con la comisión de repertorio y las decisiones artísticas del teatro pasan por la comisión de repertorio y por el consejo académico.
Nosotros independientemente hacemos toda la administración como teatro, pero tenemos esa vinculación.

Después tenemos una vinculación súper orgánica en éste proyecto de Jóvenes frente a Jóvenes en el que estamos eligiendo un proyecto de los estudiantes de la Escuela y lo mejoramos un poco en la producción en términos de ponerle mejor vestuario, mejor escenografía, vestirlo más, para llevarlo al teatro. En ese proyecto ha estado, en éste año la obra Ubú Rey y el año pasado las obras Macbeth y Ricardo III. Esa es una vinculación súper directa.

La tercera es la vinculación de los egresos, que los estudiantes hacen los egresos allá y de hecho ahora yo he pedido a la directora que nosotros como TEUC tengamos más incidencia en la elección de la obra que se va a hacer porque si no el público se confunde mucho si están en una programación de público fiel al TEUC y de repente lleguen cosas de estudiantes que no corresponden con nada, que finalmente van solamente a verlas sólo padres, apoderados y amigos de los chiquillos, para poder integrar dentro de la programación del TEUC los egresos y darles más proyección tenemos que hacerlo más profesionalmente.

-¿Qué objetivos se planteó y /o se plantea el TEUC para éste año?

-Básicamente la segmentación de público, o sea hacer obras que lleguen a distinto público y que la gente esté bien informada. Tenemos un proyecto de formación de público estudiantil que serían el Ubú Rey y El Cautiverio Feliz, que es una compañía invitada.

Para el público general tenemos Traición y la obra de Griffero que vamos a hacer en septiembre, El Final del Eclipse, que la gente entienda que eso es para público general y que la orientación es esa y la obra para niños que vamos a hacer que sería El Pequeño Violín, que dirige Elías Cohen. Esa sería la programación y nuestro objetivo artístico.

Después tenemos el objetivo comunicacional, implementar bien la página web www.teuc.cl en donde se encuentra toda la información de lo que estamos haciendo y un objetivo súper fuerte de investigación de público.

-¿Cuál es el criterio que se utiliza para elegir las obras que están en cartelera?

-Como te decía la segmentación de público hace que uno tenga distintos criterios, para el público general esperamos que hayan proyectos que sean de grandes textos, con dramaturgos importantes, que tengan trayectoria y una obra de dramaturgia chilena contemporáneos.

Para público estudiantil esperamos que el criterio sea que haya suficiente público generacional, que sean cosas que a los estudiantes les interesen, que haya innovación escénica, que a la vez se pongan temas que se puedan trabajar transversalmente en los colegios, que sea adecuado a la educación de los estudiantes.

Para público niño ahí el criterio es más abierto, es que sea poético, que sea un espacio de ficción que se construya verdaderamente extra cotidianamente.

-¿Qué características deben tener las compañías invitadas que quieran presentarse en el TEUC?

-Nosotros esperamos acoger todos los años a lo menos dos compañías invitadas, entonces en el fondo las acogemos si las podemos orientar dentro de nuestra programación general, si viniera una compañía con una obra de autor chileno contemporáneo, con una producción bien hecha, de buena escala. Porque igual en el teatro de la Católica hay tener cierto nivel de producción de escena ya que no es lo mismo que hacerlo en una sala chiquitita, como es una sala grande todos los defectos técnicos se notan mucho.

Podría ser un autor chileno o también podría ser como el año pasado que tuvimos El Jardín de los Cerezos y El Rey se Muere, que ambas obedecían a un autor importante contemporáneo, o no tan contemporáneo pero sí digamos, moderno, que trataba temas universales en el fondo. Esa es la línea de los grandes textos.

Porque hay una misión ahí de teatro universitario de darle al público obras que no pueden ver mucho, que son difíciles de producir, que son caras, pero que ponen importantes, que son los grandes hitos de la memoria de la humanidad.

-¿En que sentido el TEUC busca ser un aporte para el desarrollo teatral en Chile y cómo le gustaría relacionarse con la comunidad?

-Lo tengo súper claro que en el proyecto de formación de público estudiantil y juvenil somos un aporte, estamos entregando materiales y reflexiones que no son solamente de los autores si no que de la teatralidad, orientando a los profesores, es una escuela de formación tanto para los profesores como para los estudiantes, público cultivado, que entienda de teatro.

Respecto a los proyectos de público general yo creo que nuestro aporte tiene que ir en levantar ciertos temas, que se relacionen con la contingencia, que sean importantes de debatir, que la gente se quede pensando algo, pero también que sean de innovación escénica y yo creo que la otra cosa es que el TEUC es un teatro de la universidad entonces la vinculación que tiene con la docencia de la escuela es importante porque a los estudiantes hay que darles tablas y darles experiencia, entonces una institución como la del Teatro de la Católica obedece a muchos objetivos, la vinculación con la comunidad es un objetivo súper importantes, tiene que ver con levantar temas de debate público pero también hay una vinculación con la escuela que nos hace de repente tener objetivos más pedagógicos, que es que los estudiantes tengan tabla, o sea es una ecuación que hay que resolver, no siempre tan fácil.

-¿Qué hace falta o que debería cambiar para un mejor desarrollo del quehacer teatral en Chile?

-Yo creo que el teatro está en un buen momento, en el sentido de que se están estableciendo los perfiles de las salas, que hay salas que hacen dramaturgia chilena contemporánea bien contemporánea, más posmoderna, otras como la nuestra que es más tradicional, que obedece a otras estructuras… lo que yo creo que tenemos que hacer es una comunidad teatral más abierta, más generosa en el fondo, que se entienda que el teatro puede ser de muchas maneras, que todas las opciones son válidas, que lo que importa es que la gente vaya al teatro, darle dignidad al oficio, que los actores puedan vivir de su oficio, que se profesionalicen las producciones, o sea es un poco hacer el salto de la cantidad enorme que hay a la calidad, pero la calidad también es una mayor reflexión, estudios teatrales, mejores críticas, pero básicamente lo que yo diría es que tenemos que salir de esa idea provinciana de que lo que hago yo es lo que hay que hacer y no lo que tú haces, yo creo que lo que más importa es que realmente haya una comunidad teatral desprejuiciada y amable, cada sala con su estilo que se sujete bien, que sea solvente, que sea interesante, que sea consistente.

Todas las posturas son válidas encuentro yo.

-¿Cuáles son las condiciones ideales para el buen funcionamiento y desarrollo de una sala de teatro?

-Las condiciones materiales son súper importantes, tener una sala, un equipo de técnicos, iluminación, sonido. Todo eso es una plataforma mínima por la que hay que luchar, para que las salas estén bien implementadas y que se construyan más salas.

Pienso que después si uno ya tiene eso, a parte de que lo puede mejorar, tiene que responsabilizarse de hacer una buena programación, o sea una sala vacía es lo peor que hay, si no va la gente al teatro todo está mal. En cambio cuando todos están yendo al teatro anda todo el mundo contento, los acomodadores, los técnicos, los actores.

Hay una cuestión previa que es que la programación se puede hacer cuando se conoce el público, porque si uno tiene puras ideas cuál es su público y no lo ha comprobado, está equivocado, no tienes realmente cómo hacerlo, si uno hace investigaciones de público y sabes que efectivamente el 70% tiene menos de 40 años tienes que orientar tu programación, porque la verdad es que hace unos años antes creíamos en la Escuela que nuestro público era un público mucho mayor y estábamos mal.

Por Andres Lagos. La autora es directora de la compañía La Grieta. Critica de teatro y colaboradora de Crónica Digital.

Santiago de Chile, 18 de mayo 2007
Crónica Digital, 0, 455, 9

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SECTAS, LIBERTAD Y FAMILIA

Vie May 18 , 2007
La Constitución Política de la República protege la libertad de conciencia, la manifestación de todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público. Dada la amplitud de tales términos, la Ley N° 19.638, de 1999, y que establece normas sobre la constitución jurídica de las iglesias y organizaciones religiosas, es perfectamente posible que diversas comunidades religiosas se amparen bajo sus términos y se incorporen a los beneficios que contempla. Sin embargo, no es prudente encasillar como secta a cualquiera comunidad que difiera de las creencias aceptadas por la mayoría de la sociedad, como el caso que nos ha tocado presenciar por la prensa. Más aún considerando que los valores que, hasta ahora se ha podido percibir, se fundamentan en la vida cristiana, más cercana a los primeros tiempos, que a la actual oropel doctrinario y material de que hace gala. Bajo el epígrafe de secta se evade la verdadera realidad que se encuentra detrás, no la de la comunidad cuestionada, sino que el de la sociedad que la estigmatiza, con la intolerancia y la persecución ideológica de soporte. Un punto distinto es que una comunidad de este tipo, o cualquier secta que se trate, no constituye una familia. Aunque se proclame e incluso actúe como tal, al fin y al cabo las prácticas que ejerza como tal serán una forma figurada (y las más de las veces engañosa), de encubrir su verdadera naturaleza. Esto aunque sus miembros tengan la convicción de encontrarse mejor que en su familia de origen: no es casualidad que la necesidad de pertenencia es un filón que estos grupos explotan en forma exitosa. Entre los jóvenes, estas comunidades ofrecen una nueva alternativa de vida ante un proceso de incomunicación, crisis personal o de emancipación familiar. Estas comunidades tampoco pueden arrogarse funciones de familia. Las normas del Derecho de Familia, de claro orden público, se aplican a una realidad muy precisa, por lo que no cabe aplicarse a estas entidades, aunque efectivamente compartan muchos de sus rasgos. De este modo, los aspectos patrimoniales y personales (como entregar sumas de dinero, mantener relaciones con el líder, adoptar “hijos espirituales” con los mismos derechos y deberes que con uno real, etc.) pueden sancionarse mediante las figuras civiles del derecho común así como las contempladas en las leyes especiales, y penalmente mediante las figuras que sean procedentes en cada caso, tales como estafa, abusos deshonestos, violación, etc. Del mismo modo, las sectas no pueden restringir funciones propias de la familia. De este modo, una secta no puede disponer que uno de sus miembros deje de mantener una relación estable y permanente con su cónyuge o hijos, ni tampoco forzar a incorporarlos a ésta. Duro ejercicio de tolerancia es el de poder conciliar los diferentes grupos que conforman la rica variedad de una nación. Compleja también es la tarea de poder encontrar puntos en común que nos permitan castigar, bajo los parámetros legales, las […]

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