La esposa del general Alberto Bachelet explicó que el libro con cartas y documentos de su marido constituye, de algún modo, una reivindicación para quienes sufrieron por seguir sus convicciones y no sumarse a la dictadura.
El libro «Las cartas del general Bachelet» fue presentado por su hija la noche del jueves, y contiene misivas y textos escritos por el padre de la mandataria mientras estuvo detenido tras el derrocamiento de Allende.
En conversación con el programa televisivo Entre Nueve y Una, Jeria indicó que la obra es un testimonio de esa lucha que representa a varios militares que, como él, sufrieron por no apoyar el sangriento golpe de militar del 11 de septiembre de 1973.
El general de la Fuerza Aérea, ex colaborador del mandatario chileno, fue detenido y sometido a brutales torturas por sus propios compañeros de armas, que finalmente le provocaron la muerte en una celda de la ex Cárcel Pública, en marzo de 1974.
«Creo que él en estos documentos refleja de una forma muy profunda lo que se estaba viviendo en ese momento, y además es el testimonio de lo que sucedió con muchos uniformados, como él, que fueron fieles a la Constitución y al Presidente, y (de los) que se conoce muy poco», dijo.
Subrayó que la mayoría de esos ex uniformados «nunca fueron reivindicados realmente a nivel nacional por lo que fue su posición y lo mucho que sufrieron» por su lealtad a la Patria y la Constitución de su país.
La esposa del general Bachelet sostuvo que para su marido una de las cosas más complicadas fue saberse traicionado por «quienes fueron sus compañeros de armas y en la masonería».
«(Es) muy fuerte. Si uno es ofendido o atacado por alguien extraño o que en un momento se transforma en enemigo, uno lo entiende, pero cuando son sus propios amigos de toda la vida es doblemente doloroso», expresó Jeria en referencia a sus victimarios.
La madre de la Presidenta afirmó que ella nunca imaginó que no volvería a ver con vida al general Bachelet, pues su marido estaba confiado de que sus compañeros de armas no le harían daño.
«El estaba tan tranquilo en su conciencia, porque siempre había sido un hombre honesto, responsable, y sabía que sus compañeros lo conocían, entonces no esperó nunca una reacción de ese tipo», aseguró.
Para ella la situación cambió cuando se anunció la llegada de una delegación de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, momento en el que el general Bachelet fue nuevamente interrogado en duros términos, pocos días antes de su muerte.
«El interrogatorio fue muy fuerte. El me pone en una pequeña nota ablandamiento , que era cuando torturaban, y me dice en la carta no crean nada, no hables con nadie, espera a hablar conmigo. Indicaba que había sido muy amedrentado, además de torturado», relató emocionada.
Recordó que nunca se imaginó que no iba a salir, pues era difícil dimensionar en ese momento lo que era el significado del golpe militar. «Creo que nosotros actuamos muchas veces temerariamente porque no sabíamos lo que ellos eran capaces de hacer», puntualizó.
Santiago de Chile, 29 de septiembre 2006
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