La acusación está contenida en un llamamiento hecho por jóvenes de diversas latitudes a representantes de 130 países, quienes desde el 16 de marzo último y hasta hoy participaron aquí en el IV Foro Mundial del Agua.
El texto resalta que, según la directora ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman, los trastornos transmitidos por el preciado líquido matan a un niño cada 15 segundos y son una de las principales causas de enfermedad y desnutrición en el orbe.
Las soluciones a la crisis mundial del agua deben asegurar que los niños y niñas sobrevivan, prosperen, se eduquen y vivan en una situación digna, subrayó la alta funcionaria de la ONU.
Puntualizó que son los infantes quienes «pagan el precio más alto en un mundo donde no se respeta la higiene y donde más de mil millones de personas tratan de sobrevivir sin agua potable y uno de cada tres carece incluso de una letrina básica».
Las enfermedades diarreicas comunes afectan a más niños menores de cinco años que cualquier otro padecimiento, matan diariamente a cuatro mil 500 niños y colocan al borde de la supervivencia a muchos otros, agregó.
Refiriéndose a América Latina, el texto enfatiza que las desigualdades en los servicios de agua y saneamiento entre los países y dentro de los propios territorios nacionales son enormes.
La situación de los niños y niñas de las zonas rurales es bastante peor que la de los de las ciudades, señala antes de reiterar que la pobreza y la exclusión social provocan una gran desigualdad en el acceso de los grupos indígenas y minoritarios a estos servicios.
También aquí se dio a conocer un mensaje del director de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Koichiro Matsuura, en el cual destaca que el tema escogido para este Día Mundial es «Agua y cultura».
Para alcanzar soluciones sostenibles que contribuyan a la equidad, la paz y el desarrollo, la gestión y administración de los recursos hidrícos han de tomar debidamente en cuenta la diversidad cultural y biológica, indica.
Recuerda asimismo que estas estrategias de gestión se han basado por lo general en la técnica; sin embargo, advierte, «la tecnología por sí sola no va a proporcionarnos soluciones viables».
Subraya además que a causa de su crecimiento y desarrollo, la humanidad incide cada vez más en el ciclo hidrológico, alterando su calidad y distribución.
Ciudad de México, 22 de marzo 2006
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