Llamamos al gobierno a generar causes de diálogo y debate con la sociedad civil en la búsqueda de las formas más coherentes de implementar la Objeción de Conciencia al Servicio Militar y el Servicio Ciudadano Alternativo, afirmó la RCHC.
La resolución de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA (Organización de Estados Americanos), del 05 de marzo de 1987, estableció que la Objeción de Conciencia al Servicio Militar Obligatorio debe ser considerada como un ejercicio legítimo del derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En este mismo sentido se pronunciaron las recomendaciones de dicha Comisión en los años 1989, 1991 y 1993.
En el seno de las Naciones Unidas, se tomó la resolución de «reconocer el derecho de toda persona a tener objeciones de conciencia al servicio militar obligatorio como ejercicio legítimo del derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión enunciado en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos».
Además, la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados consultó el 14 de abril de 2004 a los especialistas Raúl Bertelsen y Patricio Zapata sobre la constitucionalidad de la Objeción de Conciencia. Ambos académicos ratificaron ante la Comisión de Defensa que la propuesta es «plenamente coherente» con la Carta Fundamental y no atenta contra la igualdad de la ley.
Todos estos argumentos hacen con que la Red se mueva a exigir que se respete la capacidad y dignidad inviolable de la conciencia humana que exige rechazar una ley u orden particular, cuando es motivada por la coherencia con principios religiosos, o sistemas de carácter filosófico, humanista o político.
«El respeto a esta capacidad fundamental del ser humano no puede subordinarse a los argumentos que han esgrimido los opositores a este reconocimiento jurídico, que parecen no comprender que la verdadera y más eficaz herramienta defensiva de un país es el reconocimiento como nación respetuosa de los derechos humanos y la legislación internacional», finalizó el comunicado.
Santiago de Chile, 27 de junio 2006
Crónica Digital
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