Esa ampliación neutraliza una propuesta de cese del fuego inmediato y el desplazamiento en la zona austral de una fuerza internacional.
Medios de prensa israelí definieron como muy difícil el desarrollo de la reunión, encabezada por el primer ministro, Ehud Olmert, y que se extendió por seis horas.
Los participantes autorizaron «los planes del Ministro de Defensa y del Jefe del Estado Mayor de extender las operaciones en Líbano», dijo el viceprimer ministro Eli Yichai.
Mientras, las fuerzas de ocupación y el movimiento de resistencia libanés Hizbalá (Partido de Dios) prosiguieron sus combates y la aviación de Israel continuó bombardeando las vías libanesas.
El mando del ejército (Tsahal) admitió haber sufrido 15 bajas en sus filas, pero no dio detalles al respecto.
Anteriormente, las televisoras satelitales Al Arabiya y Al Jazeera, reportaron que las tropas de Israel perdieron a 11 de sus efectivos.
Los ataques aéreos israelíes causaron nueve muertos: un supuesto activista del Hizbalá, seis miembros de su familia y dos refugiados palestinos.
Según medios de prensa presentes en el sector meridional, pese a los continuos bombardeos de los ocupantes contra supuestas posiciones de la resistencia, la capacidad operativa de está no ha mermado.
Para algunos analistas, la amplitud de la ofensiva terrestre obedece a la premura con que debe actuar Israel en un territorio ajeno y para tratar de vencer a sus rivales en forma convincente.
Beirut, 9 de agosto 2006
Prensa Latina , 0, 62, 2