Desde hace tiempo se analiza la posible compra de un nuevo avión presidencial, pues el actual -adquirido durante la presidencia de Eduardo Frei (1994-2000)- sólo tiene autonomía de vuelo de cuatro horas, lo que obliga a numerosas escalas en viajes largos.
A ¿Es tan dramático parar, hacer una o dos escalas, versus 50 millones de dólares?, preguntó el senador de la Unión Democrática Independiente (UDI), Juan Antonio Coloma, quien reclamó que tampoco se había consultado a la cámara alta.
En realidad, en su viaje ida y vuelta a Vietnam en noviembre pasado, para la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico, la presidenta Michelle Bachelet debió hacer una veintena de escalas, según se informó.
Por su parte, Carlos Larraín, jefe de Renovación Nacional (RN), opinó que «el avión flamante incita a viajar más y nosotros necesitamos presidentes en terreno. Los presidentes viajeros no nos sirven».
La ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, confirmó la decisión de adquirir una nave que pudiera ser adaptado para los viajes largos de la presidencia tras una reunión la víspera con Bachelet y el comandante en jefe del Ejército, general Oscar Izurieta.
Explicó que la idea es comprar un avión de segunda mano, de costo en torno a los 50 millones de dólares, que tenga una función multipropósito y que sólo en forma excepcional sea usado en los desplazamientos de la Jefa de Estado y sus sucesores.
Blanlot dijo que, después de analizar con la Fuerza Aérea de Chile (FACH) todas las variantes, se optó por ésta, puesto que una nave nueva costaría entre 150 y 350 millones de dólares.
«Pasamos a ver, de los aviones que la FACH tiene contemplado cambiar, la posibilidad de tener un kit (de comodidades) que se le pueda integrar cuando la Presidenta hace viajes a Europa, Asia, u otras regiones distantes», explicó.
El actual avión presidencial, un modelo Boeing 737-500, permite una autonomía de vuelo de sólo cuatro horas, lo que provoca que deba realizar muchas escalas para recargar combustible, como ocurrió durante el viaje a la Cumbre APEC, agregó.
Tras la decisión, la FACH espera recibir más ofertas porque aun no se ha definido el modelo de la aeronave, aunque lo más probable es que se incline por un modelo tipo Boeing 767, trascendió.
La ministra precisó que la adquisición demoraría alrededor de seis meses y luego otros seis meses para acomodar la máquina, por lo que el nuevo avión presidencial estará disponible en 2008.
Santiago de Chile, 11 de enero 2007
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