México. El presidente Felipe Calderón lamentó el fallecimiento de la cantante mexicana Chavela Vargas, una de las voces más reconocidas de la música popular, quien murió hoy por complicaciones cardiacas, pulmonares y renales.
Calderón escribió en su cuenta de Twitter: «Lamento mucho el fallecimiento de Chavela Vargas. Como ella dijo: no muere, trasciende. Se queda con nosotros en sus canciones».
También el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) emitió un comunicado «por tan triste noticia», en el cual subrayó que Vargas llegó a México a los 17 años y aquí «adoptó la nacionalidad y desarrolló su carrera musical, siendo pionera del género ranchero».
Mientras, en la cuenta de la artista, también en Twitter, apareció un mensaje que expresó «los mariachis callaron, a partir de hoy las amarguras volverán a ser amargas. Señoras y señores, se ha ido Chavela Vargas».
El doctor José Manuel Núñez, su médico de cabecera, había informado días antes que el organismo de la cantante, de 93 años de edad, no respondía como se esperaba a los medicamentos.
Vargas fue hospitalizada en Cuernavaca, Morelos, el 29 de julio tras su arribo a México el pasado 26 de julio procedente de España, donde realizó una gira de un mes para promocionar su disco Luna Grande, dedicado a Federico García Lorca y además, presentó sus memorias Dos vidas necesito. Las verdades de Chavela.
Ya en España, la intérprete de temas como Amanecí en tus brazos, Paloma negra, Macorina y La llorona había sido internada el 12 de julio por un cuadro de fatiga.
Isabel Vargas Lizano (Chavela Vargas), ganadora de un Grammy latino en 2007, tomó la nacionalidad mexicana hace más de 70 años, pero nació en San Joaquín de Flores, Costa Rica, el 17 de abril de 1919.
Debido a su destacada trayectoria, este año Conaculta postuló a Vargas para el Premio Príncipe de Asturias.
Entre sus trabajos discográficos quedan como legado El Corrido Hablado, Piensa en mí, Boleros, De México y del mundo, Volver, volver, Macorina, Para perder la cabeza, La dama del poncho rojo, Para toda la vida, Somos, La llorona y ÂíPor mi culpa!
Como ella aguardaba por su muerte, «pidió que se le trajera su collar y tener preparado su poncho rojo (que la caracterizó)», señaló María Cortina, amiga y biógrafa de la artista.
«La cantante se fue en paz y con un semblante tranquilo, sin dolor y sin agonía», aseguró Cortina tras el deceso.
Santiago de Chile 5 de agosto 2012
Crónica Digital