Kemy Oyarzún Vaccaro, académica e investigadora, asume como la nueva y primera Presidenta de la Fundación Pablo Neruda. En un hecho histórico, la PhD en Filosofía de la Universidad de California y especialista en estudios de Género y Cultura de la Universidad de Chile, se transforma en la primera mujer en ocupar este cargo. La Fundación Pablo Neruda se enorgullece de este nombramiento y se dispone a enfrentar así los nuevos desafíos, con una crisis económica grave hasta la fecha que, sin ayudas de ningún tipo, hace peligrar hoy el valioso legado material e inmaterial que dejó el poeta Premio Nobel.
El nuevo directorio está conformado por Álvaro Insunza Figueroa, Médico, como primer vicepresidente; Eduardo Vera Sobrino, Académico U. De Chile, como segundo vicepresidente. Claudio Herrera Jarpa, Abogado y Profesor, como secretario. Miguel Lawner Steiman, Arquitecto Premio Nacional 2018, como director. Alejandra Araya Espinoza, Directora del Archivo Andrés Bello U. De Chile, como directora. Morgana Rodríguez Larraín, Gestora cultural, como directora.
Entrevista a Kemy Oyarzún, nueva Presidenta de Fundación Pablo Neruda
Por Tamym Maulén
-¿Qué significa para usted este nombramiento histórico como la primera presidenta de esta institución?
Es un enorme desafío para mí este nombramiento y lo acojo con un profundo sentido de responsabilidad. Ser la primera presidenta de la Fundación Neruda implica hacernos cargo de dimensiones históricas, culturales, identitarias, de género y territorio, de gran envergadura cara al Siglo 21. La obra nerudiana puso a Chile en el mapa internacional. La valoración de su patrimonio simbólico y material implica un paso más en la memoria país, en las deudas museológicas de nuestra sociedad, y sobre todo en el reconocimiento de las formas de estar en el mundo propias de América Latina, con todas sus complejidades.
-Sabemos de su importante trayectoria académica y feminista: ¿qué le diría al país sobre la figura de Pablo Neruda, para algunos un emblema nacional, para otros una figura controversial. ¿Quién es para usted Pablo Neruda?
Creo que un/a poeta se debe en gran parte a cómo será leído/a, a las lecturas de otras y otros. Pero su propia voz no puede ser borrada. En ese sentido, la literatura crea diálogos y potencia altos niveles de escucha, no solo con el presente, sino sobre todo con el futuro. Elena Poniatowska dice siempre que lo que una escribe es como lanzar una botella al océano imponderable de quienes la encuentren: ese oído futuro y desconocido. Julio Cortázar decía que lo escrito es propiedad de quienes leen y escuchan, porque “yo ahora siempre ya estaré muerto”. Tú construirás los sentidos de la palabra. Como feminista latinoamericana creo que el diálogo con los poetas y escritores varones es también una labor de escucha crítica con los tiempos que les tocó vivir. Cuando leo el Quijote, por ejemplo, yo me pongo en el lugar del héroe, pero también de las cocineras de las posadas en las que el caballero anduvo. Luego me pongo en el lugar de Dulcinea y me digo, “qué poco dulce sería ese destino para mí”. Además, está la palabra misma, ésa que es memoria, ésa que nos pone en un lugar otro, para entender lo que somos hoy. Yo soy feminista Interseccional. De clase, géneros y pueblos. Yo me hago preguntas. El género mismo, en ese sentido, ¿puede ser también una cárcel de la que nadie está a salvo? ¿un camino por rehacer? Neruda, “¿hizo realmente callar a las mujeres”? Esa pregunta esperará siempre a ser respondida. Yo la respondería con otra pregunta: ¿Por qué muchos de los poetas de ese tiempo admiraban el silencio? ¿Qué significaba el silencio para ellas y ellos, para quienes estaban en una lucha feroz con las palabras?
¿Qué llamado hace usted al país para apoyar a esta fundación?
El Covid-19 dejó en gravísima situación a la Fundación, como también a gran parte de nuestro patrimonio cultural y museísticos. Pero son deudas que vienen de antes, que además remiten a deudas sociales, como la educación pública y la memoria. El terreno de lo público está precarizado desde hace años, a todo nivel. Se precisa una relación distinta con el Estado y con las comunidades, con la descentralización territorial cultural y con las identidades plurales que pueblan nuestro país. La Recomendación UNESCO frente a la protección y promoción de los museos y colecciones y su función en la sociedad (2015), así como la 26ª Conferencia General del ICOM (2022) reafirman el patrimonio en el marco del desarrollo sostenible mediante la preservación, la protección y promoción de la diversidad cultural, la transmisión del conocimiento científico y la relevancia de contar con políticas públicas, en nuestro caso para museos y colecciones como la Fundación Pablo Neruda.
Conferencia de Kemy Oyarzún sobre Pablo Neruda
Acto Conmemorativo Universidad de Chile
Neruda. A 50 Años Del Premio Nobel De Literatura
2 de Noviembre – 2021
«Hace más o menos cuarenta años que no releía la obra entera de Neruda, estoy conmovida y le pregunto: ¿Pablo, nos reconoces hoy danzando, comiendo manzanas en las calles, hablando de patriarcas, de hombres y mujeres nuevas?
Hablamos hoy del premio a Pablo Neruda, el premio Nobel hace 50 años, pero la palabra conmemorar trae dos encargos: uno, la memoria personal e histórica; dos, el reconocimiento de una obra que va más allá de las autorías. Distingamos estas dos categorías que son categorías feministas y distingamos también entonces, después de años sin sentarme a releerlo, las preguntas con que lo leo: ¿Qué memorias de su obra rescatar? ¿Reconoció Neruda a las mujeres como subjetividades en sujeción? ¿Se hermanó con ellas? En la paz y en la guerra de esos inclementes años de luchas contra el fascismo reconoció a sus hermanos, reconoció a su pueblo, reconoció a los hombres universales, pero ¿Nos reconocemos las feministas en Pablo Neruda o en Aragon, en mi querido César Vallejo o Alberti en Nâzım Hikmet o Brecht? ¿En toda la generación del 27?…
Leer discurso completo aquí
Santiago de Chile, 6 de noviembre 2022
Crónica Digital
