En chile todos están consientes de que el sistema de fondos de pensiones (AFP) fracasó. El 66% de los trabajadores que se jubilan en Chile alcanzan pensiones de $150.000 promedio. Las AFPs han ganado millones, pero los trabajadores están mal, por dos razones: los trabajadores por si solos, no tienen la capacidad de ahorrar y en segundo lugar sus remuneraciones son bajas, además podríamos agregar que cada cierto tiempo se pierden los fondos en el mercado de capitales.
Hay que sumar a esto que en chile existe un grupo de administradores de fondos de pensiones que hace mal su trabajo, es negligente, no ha sido capaz si quiera de prever las crisis y salvaguardar los fondos y peor aún nos cobra por hacerlo
La solución para este grave problema, no está en aumentar la edad de jubilación de los trabajadores. Tampoco la solución es aumentar las cotizaciones y seguir poniendo el peso en quienes han entregado su trabajo y han hecho crecer una empresa. Si alguien cree que la solución está en estos factores, está equivocado, de esta forma sólo se sigue el mismo patrón que nos ha llevado a estos extremos. Esta sería la forma de profundizar aun más el sistema y aumentar la crisis.
La administración de las pensiones deben tener un carácter mixto y las cotizaciones deben ser al menos bipartitas entre empleador y trabajador. Las siguientes administradoras de fondos deben tener un carácter público, sin fines de lucro y la cotización por parte de los agentes privados (trabajadores y empleadores).
Otra ente importantísimo es el Estado, el cual debe tener carácter solidario, cosa que cuando la pensión de un trabajador no alcance a tener una taza de reemplazo de al menos el 70%, sea el Estado quien de modo responsable, entregue lo que resta para alcanzar una pensión digna, que no puede ser menor al 70% de su remuneración al momento de pensionarse.
No se debe buscar más soluciones donde no las hay, este es un sistema fracasado. Las pensiones no pueden ser un negocio para quienes las administran ya que están dañando a la gente que trabajó toda una vida. El Estado debe asegurarse que las personas de la 3° edad no sean los pobres del futuro.
Santiago de Chile 22 de enero 2013
Crónica Digital