Mié Dic 20 , 2023
Por Marcel Garcés Muñoz De una manera coordinada la Derecha chilena, intenta transformar poco menos que “un triunfo” político la inobjetable derrota de este domingo 17 de diciembre, en lo que pretendía ser una revancha contra la voluntad democrática expresada de una manera explícita y contundente en las urnas del Plebiscito Constitucional y pretender desconocer la voluntad ciudadana, y lanzarse a un ataque brutal contra la soberanía popular y lanzarse en una ofensiva sediciosa, contra la cual la ciudadanía deberá responder de manera también rotunda. Las declaraciones agresivas de los políticos de la derecha pretendiendo desfigurar los resultados objetivos del plebiscito, al que se suman los líderes de las oligarquías empresariales y partidistas de la derecha política – y algunos serviles instrumentados desde El Mercurio y otros medios comprometidos en una ofensiva comunicacional conspirativa contra la democracia, constituyen una respuesta no solo altanera e insolente de quienes pretenden ser los dueños del país, sino se trata de una estrategia y táctica conspirativa, insurgente y terrorista. La voz de los líderes de los “gremios empresariales”, que en su momento se alinearon polìtica y económicamente con el proyecto de redacción de la Constitución de Republicanos y la Derecha, fue explícita tras el acto plebiscitario. Rosario Navarro, presidenta de la empresarial Sociedad de Fomento Fabril, SOFOFA, interpretó el resultado del 17, como “un llamado de atención a la política”, y dio por cerrada la demanda democrática de una reforma constitucional, porque aseguró “es fundamental darle certeza al país”, afirmando que “el resultado es señal del cansancio de la ciudadanía con la prolongada discusión constitucional”. En tanto el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA, Antonio Walker, afirmó que lamentaba que “hayamos perdido la oportunidad de tener un texto constitucional mucho mejor que el actual. Este era un texto que se hacía cargo de lo que está ocurriendo hoy en Chile y el mundo”. Por su lado, Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, insto a “dar vuelta a la página, en tanto Ana Lía Rojas, de la organización empresarial de la energía, indicó que su sector “necesita estabilidad”. En general estos y otros directivos empresariales, hablaron de “reactivar la economía”, “generar empleo”, “enfocarnos en la senda del crecimiento”, “reglas claras”, “reactivación”, y “la estabilidad política y social del país”. Lo que falta es preguntarnos qué significado tienen estas palabras oportunistas en la circunstancias políticas y económicas actuales, cuando la derecha intenta chantajear al gobierno precisamente en estos temas cruciales para el desarrollo económico del país, y los niveles de justicia social indispensables en el país. Y claro, lo que intentan es aprovechar el momento para instalar sus prioridades e intereses “gremiales”, empresariales y sobre todo financieros. No le importa a la Derecha y a sus servidores en los escenarios políticos la contundencia de las cifras que constituyen la expresión democrática y soberana de la voluntad ciudadana: 55.8 por ciento de rechazo a la propuesta constitucional de la ultraderecha y sus mandantes empresariales y sus cómplices, contra el 44.2 por ciento de aprobación, ( esto es, Republicanos, UDI, RN, Evopoli, las oligarquías de de la Soifofa, SNA, etc, , los Amarillos, los Demócratas, serviles de la Sra. Rincón y Matías […]