Su “perplejidad” por las recientes declaraciones del ex director del INE, Francisco Labbé, quien dijo que no tenía que pedir perdón por nada, expresó la oposición parlamentaria y, al mismo tiempo, planteó la necesidad de realizar un nuevo Censo el año 2015.
“Expresamos nuestra perplejidad por las reiteradas declaraciones del ex director del INE, señor Francisco Labbé, en que además informa al país que había tres ministros de Estado que no querían recibir a los censistas y que, en consecuencia, está indicando una completa ausencia de responsabilidad de la autoridad de gobierno en la implementación de una política pública tan esencial como es poder conocer cuántos somos en total los chilenos y chilenas y el impacto que dicha estadística tiene en las políticas públicas que se van a implementar”, señaló el senador Camilo Escalona, como vocero del comité coordinador parlamentario de la oposición.
“No nos parecen suficientes las declaraciones del gobierno, hasta la fecha y solicitamos que se arbitren las medidas para que se pueda realizar un nuevo Censo el año 2015. Si se instruyen las medidas necesarias en la Ley de Presupuesto, es una tarea que se podría comenzar a preparar desde ya”, sostuvo.
“El país no puede quedar en la incertidumbre de una medición llevada a delante con entera improvisación y sin que el gobierno estuviera comprometido con su realización”, enfatizó.
“El gobierno no nos debe empujar y obligar a la aprobación apresurada del proyecto de INE que tiene en el Congreso Nacional. Es un proyecto ‘camaléonico’ que deja las cosas prácticamente igual. Aumenta sólo en un 5 por ciento el número de profesionales. Eso está muy lejos del refuerzo que el INE requiere. Parece ser esto una cortina de humo”, declaró.
Según el senador Escalona, “más allá de la opinión del señor Labbé, aquí hay un problema de credibilidad. Este ya no es un problema técnico. Lo que hoy necesitamos, el conjunto del país, es saber, efectivamente, cuántos somos, cuál es la estratificación de nuestra población, social, etario, de género, étnico, con el propósito de poder orientar correctamente las políticas públicas”.
“En consecuencia, esto pasa a ser una obligación del Estado de Chile, llevar adelante una medición con la voluntad política necesaria para que esta se lleve a cabo en condiciones normales”, dijo.
“Aquí quedó de manifiesto, una vez más, que cuando las políticas públicas son un instrumento mediático para el autoelogio de los gobernantes, fracasan. Las políticas públicas tienen que llevarse adelante con seriedad y responsabilidad y como una obligación de Estado y no, simplemente, para la vanagloria de quienes están transitoriamente en el poder”, expresó.
“Inmediatamente después de que la comisión técnica ha entregado su informe, que es muy valioso e importante y que el país debe reconocer y agradecer, se ha instalado en el país la convicción que ese censo (del 2012) no sirve y, en consecuencia, es indispensable llevar adelante uno que tenga la legitimidad necesaria”, manifestó.
Santiago de Chile, 13 de agosto 2013
Crónica Digital