Más de un siglo después de que la llamada Guerra del Pacífico, que tuvo como protagonistas a Bolivia, Perú y Chile-, privó a la primera de una salida soberana al mar, el pueblo boliviano mantiene su lucha por recuperar un pedazo de litoral.
Cuenta la historia que Bolivia se independizó en 1825 y un año después se determinó la división política del país, convirtiéndose las intendencias en departamentos y estos en provincias.
Cuatro años más tarde se creó la provincia del Litoral, autónoma a Potosí, declarada en 1867 como departamento y a su vez dividido en dos provincias: La Mar y Atacama, rica en yacimientos de guano, salitre, bórax, cobre y plata.
La superficie del Litoral era aproximadamente de 120 mil kilómetros cuadrados y contaba con unos 400 kilómetros lineales de costa enel Océano Pacífico, donde destacaban los puertos de Antofagasta, Cobija, Tocopilla y Mejillones y las poblaciones interiores de Calama y San Pedro de Atacama.
Ese estatus territorial y la condición marítima de Bolivia, según documentos oficiales del gobierno, jamás fueron objetados por Chile, incluso, las Constituciones Políticas chilenas de los años 1822, 1823, 1828 y 1833, reconocieron que su límite al norte era Atacama.
En 1833, por ejemplo, esa independencia marítima fue reconocida por instrumentos internacionales entre los que se destaca el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación suscrito con Chile.
Las riquezas naturales de la zona, muy importante en cuanto a la explotación del guano, metales y minerales, más el hecho de que allí vivían muy pocos ciudadanos bolivianos, despertaron el interés de aventureros chilenos para asentarse en la región.
Esto trajo consigo la suscripción del primer acuerdo, el 10 de agosto de 1866, y del segundo, a inicios de la década del 70, que delimitaba las fronteras entre una y otra nación.
Igualmente, se firmó un Protocolo Complementario que estableció el arbitraje para solucionar cualquier tipo de divergencias entre ambos países.
Sin embargo, las autoridades chilenas hicieron caso omiso a eso, y el 14 de febrero de 1879 invadió a su vecino, incluso previa declaración de guerra.
Los nativos y militares locales, junto a fuerzas peruanas, cumpliendo el tratado bilateral de Alianza Defensiva suscrito en 1873, defendieron su soberanía, pero la mayor cantidad de hombres y mejor armamento permitieron a los interventores ocupar el Litoral.
El 23 de marzo de 1879 se produjo la conocida batalla de Topáter, o la defensa de la Calama, que demostró el coraje y valentía del pueblo boliviano, liderado entonces por el coronel Ladislao Cabrera y Eduardo Abaroa.
De acuerdo con los historiadores, con las tropas diezmadas, apenas con municiones, Abaroa, refugiado en una trinchera, intentó detener la agresión, y cuando fue conminado a rendirse por el coronel chileno Carlos Souper, respondió: «¿Rendirme yo?ÂíQué se rinda su abuela, carajo!»
Desde entonces, hace 136 años el pueblo boliviano y sus autoridades hicieron de su demanda marítima una lucha imperecedera.
Datos históricos señalan que fue en la Conferencia de París de 1919 la primera vez que Bolivia reclamó su libre derecho al Pacífico en un foro internacional.
Posteriormente se realizaron varias, como las tratativas con el gobierno del presidente chileno Gabriel González, en 1948; las resoluciones en la Organización de Estados Americanos (OEA), firmadas por Chile;y el acuerdo entre los dictadores Augusto Pinochet (Chile) y Hugo Banzer (Bolivia) denominado «Abrazo de Charaña» en 1975.
Y por último, la llamada agenda de 13 puntos negociada por Evo Morales y su homóloga chilena Michelle Bachelet, entre 2006 y 2010.
En la actualidad, el gobierno del presidente Morales persiste en sus propósitos y, tras no conseguir que las autoridades chilenas acepten modificar sus fronteras a través de un diálogo respetuoso, decidió presentar el caso a la Corten Internacional de Justica de La Haya en 2013.
Para promover la demanda, el gobierno boliviano designó al exmandatario Carlos Mesa (2003-2005), quien expone internacionalmente los elementos que sustentan el reclamo.
Las funciones de Mesa pasan por explicar, en todas las tribunas, las razones por las cuales Bolivia estableció su reclamo y evitar que en ningún caso se cierren las puertas al diálogo entre las dos naciones, como aseguró en reiteradas ocasiones Evo Morales.
Por Reinaldo Wossaert Silva.*Corresponsal de Prensa Latina en Bolivia
La Paz, 2 de marzo 2015
Crónica Digital / PL
Me parece de mala calidad la crónica del Sr. Reinaldo Wossaert, he leído otras crónicas de otros autores bastante más acertivas, espero que mejore su narrativa y se apegue más a lo sucedido.
Saludos