La mesa directiva del Senado debió definir ayer la realización de una sesión extraordinaria en busca de hacer valer su determinación anterior sobre la propuesta de norma para el subsidio de deudas vencidas de los campesinos.
Sin embargo, esos congresistas soslayaron el asunto, no convocaron a la extra y ni siquiera intentaron incluirlo en el orden del día de la ordinaria del jueves.
El argumento es que no hay seguridad de acumular los 23 votos necesarios para oponerse al voto por mayoría, primer paso para enfrentar la objeción presidencial y darle paso a una futura discusión en la Cámara de Diputados, donde son imprescindibles 41 sufragios positivos.
De alcanzarse esas cifras el proyecto será promulgado como ley, pero de ser negativa la votación en solo una de las instancias entonces imperará el veto.
En tanto, el gobierno llamó ayer a los dirigentes de los labriegos a instalar una mesa de diálogo para llegar a un acuerdo, lo cual fue planteado por el ministro de Agricultura y Ganadería, Juan Carlos Baruja, en nombre del Ejecutivo.
No obstante, Baruja condicionó el inició de las pláticas a que las dos cámaras del Congreso se pronuncien favorablemente al veto presidencial del proyecto de Rehabilitación Financiera de los Pequeños Productores de la Agricultura Familiar Campesina.
Según el ministro, el deseo del jefe de Estado, Horacio Cartes, es plantear soluciones beneficiosas para todos, como es el refinanciamiento de los débitos a plazos convenientes y tasas subsidiadas.
‘Este subsidio -dijo- lo hacemos y estamos dispuestos a seguir haciéndolo en insumos, equipamientos, semillas y otros implementos’.
Volvió a asegurar que el Ejecutivo no apoyará ningún tipo de condonación de adeudos sea cual sea su monto, porque considera que de esta forma se estaría instalando una cultura de incumplimiento de los compromisos financieros.
Expresó Baruja su esperanza en que se trate rápidamente el tema en el Senado y le dé su aprobación al veto, para después sentarse las autoridades a conversar con los productores y los parlamentarios.
Ante la advertencia de la Coordinadora Nacional Intersectorial acerca de ir con todo desde este martes en sus manifestaciones, como nunca antes, las fuerzas policiales incrementaron sus efectivos y el cerco con vallas en torno al escenario.
Este abarca los alrededores de las sedes del Congreso Nacional y el Palacio de Gobierno, en el Microcentro capitalino, y la residencia presidencial de Mburuvicha Róga (Casa del Jefe, en guaraní) fuera de él.
Asunción, 8 de agosto 2017
Crónica Digital/PL
