Ayer expuso ante la 104º Conferencia Internacional del Trabajo, en Ginebra, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, destacando el proceso que ha conducido al debate de la reforma laboral, afirmando: “Chile ha comenzado su despertar tras 3 décadas de letargo”
Figueroa expuso ante la asamblea de la 104º Conferencia Internacional del Trabajo, convocada por la OIT y en la que participan representantes de los gobiernos, trabajadores y empresarios de todo el mundo.
“A nuestros ojos, es claro que ningún país podrá decirse desarrollado si a su haber carga con una distribución desequilibrada de las riquezas, donde unos pocos se apropian de gran parte de las ganancias sin aportar lo que corresponde en tributos, ni generando justicia redistributiva entre sus trabajadores” expresó Figueroa en su intervención.
Citó además que “lo señalaba con claridad el informe para el encuentro de los ministros del trabajo de los países del G20: Los países que miraron hacia sus trabajadores, han sido los países que han podido enfrentar de mejor forma la crisis. El crecimiento de nuestros países está atado a más trabajo, mejores salarios y mejores condiciones laborales”.
Sobre la reforma laboral, Figueroa recordó que “luego de meses de trabajo y movilización, hoy estamos debatiendo en el parlamento un proyecto que busca restituir a los trabajadores el derecho a organizarse, revalidando al sindicato como un espacio democrático necesario en el orden social y recuperando un derecho fundamental como es la huelga. Derecho que ha estado por 30 años conculcado y lo único que ha traído, es un movimiento sindical débil y con ello la profundización vergonzosa de la desigualdad”.
“Creemos firmemente en el derecho a organizarse y negociar pues entendemos que esto va en directo beneficio de nuestra sociedad, al existir más espacios para el diálogo en cuestiones como productividad, capacitación, seguridad laboral y niveles salariales” concretó.
Finalmente, realizó un llamado a la unidad y las transformaciones: “estamos todos y todas llamados a enfrentar y asumir este desafío, los tiempos actuales han complejizado el rol de los actores sociales y políticos. Estamos frente a un tiempo nuevo. Si queremos que todas y todos podamos vivir en un mundo con más y mejores oportunidades, debemos restituir el valor de la igualdad como un valor fundamental, así podremos recuperar la confianza en la democracia y podremos cambiarle la vida a millones que esperan con ansias cambios profundos de nuestras sociedades”
Santiago de Chile, 10 de junio 2015
Crónica Digital