A partir de febrero de 2017, las autoridades sanitarias comenzarían a exigir la aprobación del Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (EUNACOM), para los médicos que trabajan en la Atención Primaria de Salud (APS). Según una muestra de la APS Municipal, al 31 de marzo de 2016 un 21 por ciento de los médicos que trabaja en el sector no aprobó el examen. El académico de la Escuela de Salud Pública, Cristián Rebolledo, investigador principal del estudio encargado por la Asociación Chilena de Municipalidades, analiza la situación y traza soluciones ante este posible cambio de escenario.
“El 21 por ciento de los médicos que trabaja en APS no aprobó el EUNACOM. Esta cifra en cualquier caso debería preocuparnos. Ahora, podemos conversar acerca de cuál sería el motivo de preocupación. Tenemos mucho médico que trabaja sin estar habilitado, pero también podemos preguntarnos cómo se genera una normativa que después no podemos cumplir”, afirmó Rebolledo.
Respecto a esta medición, el académico planteó que hay voces que la evalúan como «poco transparente, que preguntan cosas que no tienen nada que ver. Más bien, creo que está mal calibrado porque es una prueba difícil; se pregunta mucho conocimiento que maneja bien el recién egresado», siendo que «quien está en séptimo de Medicina es lejos quien más conoce la materia y de a poco va perdiendo ese conocimiento».
¿Cómo se resuelve esto? El docente señaló que “una solución rápida sería dar un nuevo plazo», en miras a una solución más estructural que «sería definir el tipo de profesional que necesita la APS y, junto a ello, alinear a las universidades. En esta desvinculación que existe entre los egresados, la prueba y el desempeño posterior es donde se pierde el norte. Ese es el problema en la calibración del examen, no se adecúa al perfil de la APS, que para mí es el espacio para el médico general”, enfatizó Rebolledo.
Respecto a si esta nueva normativa supondrá una crisis en la atención de salud en consultorios, el docente señaló que no visualiza tal escenario, pero «sí una disminución en las horas disponibles para atención de pacientes en algunas comunas de forma más notoria», los que «puede que se trasladen a los SAPU donde es más elástica la oferta».
Otro de los resultados que arrojó este estudio es que los egresados con mayor presencia en la APS provienen de la U. de Chile y en segundo lugar se ubica la Universidad de Guayaquil, Ecuador. Respecto a esto,Rebolledo afirmó que “el flujo de profesionales que viene a Chile, que es 30 por ciento del total de médicos de APS, está bien, es una contribución positiva. Existe un flujo saludable de entrada, no creo que el problema vaya por esa parte. En una perspectiva más amplia, hay que entender que este fenómeno tiene dos caras, la más cómoda que es la nuestra, de cómo incorporar a la práctica a estos profesionales titulados en el extranjero; y la de los otros países, que pierden a estos profesionales que se vienen a países como Chile. Hay que tener una mirada responsable de este asunto”.
Texto: Sandra Vargas B.
Escuela de Salud Pública
Facultad de Medicina
UChile
Santiago de Chile, 5 de octubre 2016
Crónica Digital