En particular, el dirigente se refirió a la dificultad del COI para encontrar ciudades dispuestas a ser sede de los Juegos Olímpicos y las pérdidas millonarias generadas por algunas competiciones deportivas.
La primera pregunta que debe hacerse todo municipio, ciudad o país que quiere organizar algo es para qué. Si encuentra la respuesta correcta, la competición no será ni un gasto ni una inversión, sino un catalizador de inversiones. Este es el modelo, pero aplicarlo no es fácil, admitió.
En su opinión, los eventos pueden organizarse para fomentar el deporte, para aprovechar unas instalaciones, para satisfacer a una afición muy fiel a un deporte en una zona, o para acelerar la inversión en infraestructuras.
Solo tres ciudades -París, Budapest y Los Ángeles- aspiran a organizar los Juegos Olímpicos de 2024, después de que los ayuntamientos o los ciudadanos en referéndum decidieran retirar las candidaturas de Hamburgo y de Roma.
La crisis económica de los últimos años y el impacto causado por las fuertes inversiones realizadas en competiciones recientes asustaron a otras aspirantes interesadas en futuras sedes.
Es imprescindible encajar la competición en el desarrollo sostenible y financiero de la zona geográfica. Hay que dejar de adaptar la ciudad a un modelo de Juegos Olímpicos y adaptar los Juegos al modelo de ciudad que ya existe, señaló.
Por último, Samaranch se mostró complacido porque en las presentaciones de las tres candidatas a los Juegos de 2024 se observa claramente que han entendido el espíritu de la agenda 2020 propulsada por el COI.
Madrid, 30 de diciembre 2016