Quizás por ello, en Sochi el viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin consideró a su país y Venezuela correligionarios que de conjunto se pronuncian contra intentos de imponer dictados de fuerza en el orbe, en clara alusión al país norteño, del otro del Atlántico.
Rogozin conversó sobre ese tema con el vicepresidente venezolano para al sector económico y ministro de Agricultura, Wilmar Castro Soteldo, en el marco de la XIII sesión de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel (CIAN), en el citado balneario.
Tal característica de las relaciones entre Moscú y Caracas se reforzará aún más a tenor con las actuales circunstancias en que Estados Unidos y sus aliados mantienen sus presiones, comentó el vicejefe de Gobierno, en referencia a las sanciones aplicadas.
Tanto Rusia como Venezuela son hoy víctimas de las restricciones unilaterales impuestas por Washington y naciones europeas, con pretextos nada creíbles para causar problemas a ambos estados.
Venezuela denunció los planes de desestabilización de la Casa Blanca, para lo cual emplea a la oposición ultraderechista, mientras Rusia considera que las medidas de castigo en su contra carecen de justificación alguna, aunque responda con contramedidas.
Moscú y Caracas reforzaron sus nexos en tiempos del fallecido presidente Hugo Chávez, cuando adquirieron un carácter estratégico.
La cooperación abarca un amplio espectro de esferas como la energética, agricultura, construcción, educación, salud, cultura, aviso y eliminación de situaciones de emergencia, así como la técnico-militar.
Durante la sesión de la CIAN, se abordó la participación rusa en las inversiones para el desarrollo del arca minera del Orinoco, más allá de los programas bilaterales existentes en la esfera petrolera y gasífera.
Ambas delegaciones suscribieron en la llamada capital sureña rusa un memorado de intenciones sobre la protección de la propiedad intelectual.
De acuerdo con el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino López, en el área militar prosigue el mantenimiento de los aviones de combate del grupo Sujoi y el suministro de piezas de repuesto para equipos y la modernización de las armas del ejército bolivariano.
Además, Rogozin explicó que propuso a la parte venezolana una presentación especial de la agrupación satelital a cargo del funcionamiento del sistema Glonass para su empleo en el control de cargas, el desarrollo agrícola y sistemas no pilotados en Venezuela.
La parte venezolana, por su lado, expresó a Rusia su interés de crear una hob de transporte en Caracas para aprovechar su posición geográfica, algo que Moscú prometió analizar.
De acuerdo con el Servicio Federal de Aduanas, en 2016 el intercambio comercial entre ambos estados fue de 336 millones de dólares, de ellos 332 millones 200 mil correspondieron a exportaciones de Rusia, que importó de Venezuela un millón 900 mil dólares.
Un paso importante en el refuerzo de la asociación estratégica, en un claro mensaje de Moscú de su apoyo al gobierno venezolano, fue la reciente firma de un acuerdo para el refinanciamiento de la deuda venezolana con este país.
En su momento, Soteldo explicó que el arreglo prevé un refinanciamiento de tres mil 150 millones de dólares, con una flexibilización de pago hasta el año 2026.
Más allá del 2026, también acordamos condiciones favorables de pago, aclaró el vicepresidente, quien consideró que la avenencia posee trascendencia política y financiera.
Así, Moscú ratifica la vigencia del carácter estratégico de sus vínculos con Caracas, sobre todo, en medio de los intentos de Estados Unidos y algunas naciones europeas de aislar al país suramericano, para lo cual también emplea a algunos países de esa región.
Por Antonio Rondón García
Moscú, 27 noviembre 2017
Crónica Digital /PL
