Bolsonaro es un hombre que indigna a los brasileños progresistas con sus insultos contra mujeres, homosexuales, negros e indígenas, pero cuyo discurso burdo y violento tocó la fibra de una parte del electorado, destacó la radioemisora CBC.
Juró sepultar las leyes ambientales, abrir la selva del Amazonas a los rancheros y los mineros, así como confiscar las tierras de los indígenas de Brasil, destaca.
Nunca he visto unos comentarios tan atroces. Esperemos que realmente no ataque a los aborígenes, expresó Clem Chartier, presidente del Consejo Nacional Métis, uno de los pueblos autóctonos de este país.
La administración de Bolsonaro será un desafío abrumador para Canadá, advirtió Jean Daudelin, quien se especializa en asuntos latinoamericanos de la Escuela de Asuntos Internacionales Norman Paterson, adscrita a la Universidad de Carleton.
Daudelin calificó de extrema y alarmante la retórica del presidente electo y consideró que su agenda podría ser respaldada en el congreso brasileño por varios partidos.
Según la Constitución de esa nación sudamericana, poco podrán hacer los tribunales para detener al próximo gobernante del país si cuenta con los votos del parlamento, indicó.
Las políticas de Bolsonaro sobre los pueblos indígenas son impulsadas en gran medida por las poderosas industrias de ganadería y soja de Brasil, explica CBC.
El medio noticioso también resalta su estrategia para combatir el crimen, que incluye otorgar a la policía ‘carta blanca para matar’ y flexibilizar las leyes que controlan la venta de armas a la población.
‘El gesto característico de Bolsonaro es sostener ambas manos como si apuntara con un rifle’, subraya.
Ottawa, 29 octubre 2018
Crónica Digital /PL