El aumento del desempleo en Chile revelado por recientes estudios pone una vez más en dudas la promesa de tiempos mejores del presidente Sebastián Piñera, mientras la oposición enfila sus cañones al Gobierno.
Si bien el Mandatario puso entre las prioridades de su campaña presidencial la reducción del desempleo, más de un año después de su llegada al Palacio de La Moneda no logra reducir la tasa de desocupación del 7,2 por ciento que promedió durante el mandato de su predecesora Michelle Bachelet.
Más aún, la Encuesta de Ocupación y Desocupación en el Gran Santiago realizada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile evidenció un aumento considerable al reportar 8,4 por ciento en junio en el Gran Santiago, que congrega a más de la tercera parte de la población del país.
La cifra, que es la más alta desde marzo de 2016, destapó las alarmas y las críticas de la oposición, para la cual la promesa de tiempos mejores se esfumó.
Al respecto, la presidenta de la Comisión de Trabajo en la Cámara de diputados, Gael Yeomans, del partido Convergencia Social, acusó al Ministerio del Trabajo y al Gobierno de crear falsas expectativas con los anuncios de la creación de más y mejores puestos de trabajo.
El diputado de la Democracia Cristiana, Raúl Soto, advirtió por su parte que en todos los gobiernos hay un periodo en el cual es válido echarle la culpa al ejecutivo anterior o a causas externas, pero después de un año ya es razonable empezar a evaluar internamente cómo se están haciendo las cosas.
Añadió que es preocupante la situación del desempleo en el actual gobierno y calificó de fracaso la gestión del ministro de trabajo, Nicolás Monckeberg, quien no solo no ha logrado reducirlo sino que lo ha aumentado.
Para caldear más el ambiente, al tratar de justificar el aumento del desempleo, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, le echó la culpa al crecimiento de la inmigración, por un lado, y por otro a que “mucha gente” está saliendo a buscar trabajo.
Tales planteamientos fueron rebatidos de inmediato por especialistas, que advirtieron que no existen datos que corroboren la afirmación del ministro sobre la posible incidencia de la inmigración en el incremento del desempleo. Además alertaron de lo peligro de tal señalamiento, que puede estimular la xenofobia en una parte de la población chilena.
También consideran poco serio el argumento de que mucha gente está buscando trabajo y llaman la atención de que más del 40 por ciento de quienes no logran conseguir un puesto laboral son jóvenes egresados de las universidades y de estudios técnicos profesionales.
Santiago, 30 de julio 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.