El gobierno de Chile recibe hoy una andanada de críticas tras anunciar el veto a una ley que prohíbe el corte de servicios básicos a las familias durante la pandemia de Covid-19.
El proyecto fue aprobado el 11 de junio con amplio respaldo de diputados y senadores, pero a pesar de la urgencia para ir en ayuda de miles de familias afectadas por la crisis económica y social, espera desde entonces por la firma del presidente Sebastián Piñera.
Pero la víspera, el ministro de la Secretaría general de la Presidencia, Claudio Alvarado, declaró a una radioemisora que el gobierno ingresará en los próximos días un veto presidencial a esa ley, lo que implicará una nueva discusión en el legislativo.
Alvarado intentó explicar que «queremos asegurar los suministros básicos, pero sin problemas con la constitucionalidad vigente», para lo cual se estudian acciones que no afecten los beneficios a las personas sino «hacerle acomodos».
Aunque desde que la iniciativa fue aprobada se dijo que La Moneda la vetaría, tras las palabras de Alvarado las críticas no han cesado, incluso desde los partidos de derecha.
El presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, consideró «francamente inaceptable que después de semanas el Gobierno anuncie que va a vetar la ley» y añadió que «esto da cuenta de la falta de sensibilidad del Gobierno con el drama que están viviendo las familias chilenas».
La bancada de diputados de la voluble Democracia Cristiana anunció el congelamiento de relaciones con el Ejecutivo hasta que revierta la medida, y el presidente de ese partido, Fuad Chahín, señaló que el gobierno no está del lado de las familias, de la clase media ni de los más vulnerables, sino del lado de las empresas y eso es vergonzoso.
El alcalde comunista Daniel Jadue señaló por su parte que las prioridades del gobierno solo son coherentes con sus propios intereses pues mientras da prioridad a una ley de inteligencia para reprimir al pueblo, anuncia el veto a un proyecto de ley que prohíbe el corte de servicios básicos en medio de la pandemia.
Por su parte la presidenta de Revolución democrática, Catalina Pérez, expresó que «siguen protegiendo los intereses económicos de unos pocos por sobre el bienestar de la inmensa mayoría de este país. Eso no es lo que esperamos de un Gobierno».
Pero las críticas llegan incluso desde la derecha, y el diputado Miguel Mellado, de Renovación Nacional, advirtió que «el veto es una jugada arriesgada y no son muchos los que van a apoyarlo. Hay que leerlo cómo viene y qué va a vetar, pero yo no voy a aprobarlo».
Del mismo partido, En tanto, el senador Francisco Chahuán, dijo esperar «que el Gobierno sea claro en explicar qué quiere mejorar del proyecto sin alterar los beneficios conquistados en virtud del proceso legislativo. De lo contrario, la idea es que lo promulgue a la brevedad».
Santiago de Chile, 8 de julio 2020
Crónica Digital/PL
