“No es posible continuar con esta dicotomía en que solo el transporte menor y los particulares (20%) son los que pagan impuesto específico, también deben hacerlo el transporte marítimo, aéreo, las termoeléctricas, las mineras, el transporte de carga”, recalcó
El presidente de la Confederación de Trabajadores de Taxis Colectivos de Chile, CONATACOCH, y vicepresidente de CONAPYME, Héctor Sandoval, pidió EQUIDAD en el cobro de impuestos y que «no se le cargue la mano siempre a los más chicos»-.
El dirigente sostuvo que “ya se empezaron a realizar las discusiones en comisiones de la Convención Constitucional”, precisando que “estaremos presente ahí; ya hemos solicitado audiencia y esperamos que nos atiendan a la brevedad porque sin duda el primer tema a tratar y que debe ser parte de la nueva Constitución es la equidad”.
“Tiene que haber equidad en el trato, en el acceso a los instrumentos del estado y también tiene que haber equidad en el cobro de los impuestos. No es posible continuar con esta dicotomía en que solo el transporte menor y los particulares son los que pagan impuesto específico, en circunstancias que esos son impuestos generales que debieran pagarlo toda la población”, aseveró.
Agregó que “hoy solo el 20% del combustible que se consume en el país paga impuesto específico, entre esos, el. transporte escolar, los taxis, taxis colectivos, los industriales del pan y el transporte escolar. En cambio, el transporte marítimo, aéreo, las termoeléctricas, las mineras, el transporte de carga no lo hacen. Tiene que haber equidad en los beneficios y en el cobro de los impuestos”
Sandoval informó que “hemos pedido audiencia en otras comisiones porque creemos que tenemos que hacer presente ahí que el estado debe resguardar la propiedad privada, la seguridad individual y colectiva de los ciudadanos. Debemos tener acceso al derecho a emprender libremente y por supuesto a la protección del estado en esta materia”.
Puntualizó que “aunque no se han abierto las otras comisiones, estaremos pendientes para que nuestra opinión esté presente en estas discusiones y esperamos que también sea tomada en consideración esta diferencia que existe entre los grandes transportistas o el famoso Transantiago que es financiado con platas de todos los chilenos y los taxis colectivos tengan que seguir solucionando problemas económicos, laborales y de servicio en forma independiente”.
Jue Nov 18 , 2021
“Muchos políticos son férreos opositores al capitalismo, porque es el único sistema que deja en evidencia lo inútiles que son, ya que buscan su beneficio personal poniendo como excusa el interés superior en los demás. Viven gracias al pago de nuestros impuestos, que además utilizan para financiar sus promesas sociales, que la mayoría de las veces no cumplen ni se esfuerzan en cumplir, ya que ese dinero no sale de sus bolsillos”. J. Milei, economista Son amantes del colectivismo y el keynesianismo, que tiene sus raíces en el comunismo de Marx (quien nunca se esforzó en practicarlo), aunque no lo saben ni por asomo. Algunos prefieren que los llamen progresistas del siglo XXI, aunque aún los seducen las ideas socialistas del siglo XIX. Ven la intervención del Estado como LA herramienta por excelencia para poner fin de las desigualdades sociales, ya que desconfían profundamente del mercado, al que consideran inhumano, frío e insensible, razón sobre la cual fundamentan una dudosa superioridad moral, basada en mitos y leyendas que abrazan como verdades absolutas. Adoctrinados casi religiosamente, muchos han llegado a la obsoleta y arcaica conclusión de que el Estado benefactor fuerte y poderoso es la única fórmula de solución a los problemas y necesidades de la población. Lo más grave, desconociendo por completo la abundante evidencia empírica que señala todo lo contrario y en sus propias narices, en Europa, en Asia y, por cierto, en América. Aún así, pontifican en sus nobles campañas dirigidas al pueblo, acerca del Estado de bienestar y los modelos de Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda e incluso Suiza, como un claro ejemplo del socialismo moderno, inclusivo y de calidad. Cual pecado capital la riqueza es señalada como signo de inmoralidad (avaricia) y al empresario, sea grande, mediano o pequeño, como una especie de mercenario (un mandaloriano a los ojos de la franquicia Star Wars), restándole todo valor a su dedicación y empuje, como base de cualquier sistema exitoso, ignorando que la condición secular del ser humano ha sido la pobreza y que solo la creación de una empresa y, por consiguiente, de fuentes laborales y productos-servicios, derivan en el crecimiento que posibilita el desarrollo, donde el Estado evidentemente puede y para muchos “debe” jugar un rol promotor y regulador, es decir, estratégico. Lo anterior, a menudo se confunde con el Estado mercantilista y las políticas meramente asistencialistas, que junto con los vicios y privilegios de cierta elite, se transforman en un conocido sistema pernicioso y endémico (criticado con toda razón, pero que no es el capitalismo), ya que daña profundamente las libertades individuales y constituye la piedra angular de los abusos, no solo en Chile, sino que en gran parte de nuestra región y del mundo subdesarrollado, testigos de permanentes revueltas y estallidos, ya que el mercado debe estar al servicio de las personas y no al revés, promoviendo a los “empresaurios”, calificativo que le otorgan por ahí a los comerciantes abusivos con los cuales el Estado muchas veces se colude a través de la política. Aun […]