Jue Mar 17 , 2022
El escritor y periodista Hernando Calvo Ospina, quien tiene en su haber varias obras y análisis sobre la militarización en Colombia, aseguró que la presencia estadounidense en el país suramericano es parte de la geoestrategia imperial. Por: Odalys Troya Flores En entrevista con Prensa Latina afirmó que Colombia es una de las naciones que más recibe recursos de Washington en materia militar, después de Israel. Esto se debe, dijo, a que es un país invadido por tropas de Estados Unidos al punto que cada instalación castrense (siete) en su territorio, «puede ser usada por las tropas norteñas, sin mayores requisitos”. “Colombia es el socio estratégico de Estados Unidos en América Latina, al punto de haberlo incluido como asociado especial en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”, enfatizó. Desde la nación sudamericana, aseguró, Washington puede controlar a toda la región; en estos momentos el país “es esencial para una posible invasión a Venezuela”. A eso se añade que soldados y oficiales colombianos están bajo la bandera estadounidense y de la OTAN en varias naciones del mundo, debido a su gran experiencia en guerra irregular, recalcó el autor de Colombia, laboratorio de embrujos: democracia y terrorismo de Estado; Terrorismos y otros maleficios, entre otras obras. El también documentalista radicado en Francia, señaló que Colombia, por ser socio de la OTAN, no solo participa en acciones militares, sino que al ser supuestamente “agredida”, por ejemplo, por Venezuela, las fuerzas de dicho bloque llegarían en su apoyo. Añadió que el país por ser muy grande y estar situado en la mitad de América Latina, le facilita a las fuerzas de la alianza atlántica hasta adiestrarse en su territorio, algo que ya hacían algunos países que la conforman. Enfatizó que todo ese escenario tiene lugar en territorio que, contradictoriamente a pesar de ser invadido por tropas militares estadounidenses “se registra el mayor tráfico de cocaína hacia Estados Unidos”. “Todas las bases militares estadounidenses están bajo el pretexto de combatir el tráfico de drogas y como en el Afganistán invadido, la cocaína sale y sale sin el menor problema”, aseguró. EL CONFLICTO INTERNO NO ACABA Acerca del Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y el gobierno de Juan Manuel Santos en representación del Estado, aseguró que “no acabó con el conflicto interno, y eso es palpable”. “Esa firma, y el silencio de los fusiles de buena parte de las FARC, no trajeron las reformas sociales, políticas y económicas que generaron ese conflicto. Por ello el conflicto militar sigue”, destacó el escritor y periodista, miembro de la Sociedad de Personajes Literarios (Société des gens de lettres), SGDL, asociación privada francesa. Acerca de los distintos grupos armados que operan en el país, remarcó que no se pueden poner en el mismo saco a esas guerrillas y a los narcoparamilitares porque -dijo- “estos últimos son parte esencial del régimen colombiano para mantenerse en el poder.” “Los narcoparamilitares son aliados estratégicos del régimen colombiano y también de Estados Unidos […]