El Ministerio de Hacienda de Chile proyectó una caída de 0,7 por ciento para la economía local este 2023, con lo que corrigió a la baja su estimación de octubre pasado, cuando era de menos 0,5 por ciento.
«Se espera que la actividad económica retome su senda de crecimiento a partir del segundo trimestre, luego de una desaceleración menos pronunciada que la anticipada en la segunda parte de 2022», señaló hoy jueves la Dirección de Presupuestos del ministerio.
La entidad publicó su informe de finanzas públicas correspondiente al cuarto trimestre del año anterior, en el que actualizó las previsiones macroeconómicas para el presente año.
Allí proyectó una «baja consistente» en la inflación para cerrar el 2023 en un 4 por ciento, después de alcanzar su mayor nivel en tres décadas en medio de la crisis económica.
El organismo prevé para este año una contracción de la demanda interna, menores precios internacionales de alimento y energía, así como la continua recuperación de las cadenas de suministro, lo que haría descender los precios al consumidor.
El documento indicó a su vez que la economía chilena continúa con el proceso de ajuste de los desequilibrios macroeconómicos que se acumularon en el contexto de la pandemia, aunque más suave que lo anticipado.
Por su parte, las estimaciones para el Producto Interno Bruto minero fueron revisadas al alza de un 4,6 al 5,5 por ciento, mientras que el no minero fue corregido levemente a la baja.
Lo anterior, «principalmente debido al efecto base que deja el crecimiento por sobre lo esperado para 2022, sumado a una proyección de menor impulso externo dadas las peores perspectivas globales, las cuales perjudicarían el aumento anual de las exportaciones», señaló el documento.
En materia fiscal, la proyección de los ingresos del Gobierno Central Total para 2023 mostró una disminución real de 12,5 por ciento frente a los ingresos efectivos de 2022, pero reflejó un alza de 1,2 por ciento (equivalente a 0,3 por ciento del PIB) con respecto del informe previo.
En cuanto al gasto, se espera un crecimiento real anual de 1,2 por ciento anual, explicado por la mayor base de comparación por la alta ejecución efectiva observada durante 2022.
Con ello, se estimó un déficit efectivo equivalente a 2,4 por ciento del PIB para 2023.
En este marco, la deuda bruta del Gobierno Central equivaldría este año a un 38,7 por ciento del PIB.
El Ministerio de Hacienda destacó al respecto que la senda de gasto definida para el período 2024-2027 es consistente con el proceso de normalización de la política fiscal, tras el estímulo «transitorio y extraordinario» de 2020 y 2021 para hacer frente a la pandemia del nuevo coronavirus.
En el marco de la crisis sanitaria y económica, el Gobierno chileno impulsó el pago de un ingreso familiar de emergencia que significó la transferencia directa de dinero más alta en la historia del país, que benefició a más de 15,8 millones de personas.
Para paliar la merma de ingresos en la población y los dos millones de empleos que la nación perdió durante el periodo, el Congreso chileno aprobó el retiro voluntario del 10 por ciento de los fondos de jubilación en tres oportunidades.
Esto desató el consumo e hizo crecer la inflación, presionada a su vez por el incierto contexto global durante la situación de emergencia, de acuerdo con los expertos.
Santiago de Chile, 17 de febrero 2023
Crónica Digital/Xinhua
